ENDEUDARSE… ¿BUENA O MALA IDEA?
Endeudarse es buena o mala idea partiendo de si está acorde a una planificación. Cuando se mide el impacto en el flujo de efectivo y la forma de solventarlo
¿Endeudarse es bueno o malo?
Entre las múltiples preguntas efectuadas a los(as) consultores(as) financieros(as), sin temor a equivocación, entre las más frecuentes está aquella en la que el/la cliente se acerca planteando un escenario en el cual quiere adquirir algo y tiene en mente adquirir un préstamo. Luego de presentar una serie de alternativas y estrategias termina con la pregunta “¿Qué usted cree… es una buena o una mala idea?” Ante esta situación la respuesta es “depende”.
Tradicionalmente se entiende que en una deuda “buena” existe un retorno; es decir, sirve como apalancamiento que capitaliza algo productivo con el fin de saldar dicho préstamo. Mientras que una deuda “mala” es aquella que solo se utiliza para consumo, sin ningún tipo de retorno, sino que para ser saldada se deben utilizar recursos destinados para otra cosa.
Es por esta razón que la respuesta es depende. Porque la buena o mala idea estará sujeta a la intención de endeudarse. Cuando una persona decide asumir una obligación financiera debe tomar en cuenta las implicaciones que conllevan, entre ellas, el tiempo, la tasa, las cuotas mensuales, los gastos legales, etc. de manera que no debe ser una acción tomada a la ligera, sino sobre la base de un análisis objetivo de cómo se refleja esto en el flujo de efectivo.
Ahora, independientemente del concepto generalmente aceptado, en resumidas cuentas, el correcto endeudamiento es aquel que viene de la mano de una planeación. En la cual se pondera el impacto que ha de tener dicho préstamo en la gestión financiera personal.
Planificación previa
Por lo que, antes de asumir el compromiso, se hace necesario responder a dos preguntas: 1- ¿Para qué? 2-¿Tengo los recursos? Estos dos cuestionamientos develarán las intenciones y la disponibilidad para afrontar el empréstito deseado. De estas respuestas dependerá gran parte de la decisión de tomar o no el préstamo.
En segundo lugar la persona debe escenificar la manera en que las cuotas mensuales afectan el flujo de efectivo. Para esto, se invita a elaborar un presupuesto con dos columnas; la primera en donde se vean las obligaciones comunes u ordinarias, mientras que en la segunda replica la primera pero añadiendo la nueva erogación por pago de préstamo.
A través de estas dos fases (preguntas y escenificación) la persona tendrá la capacidad de tomar una decisión que vaya acorde a sus aspiraciones y conforme a sus posibilidades.
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