¿CÓMO HACER INVERSIONES SIN PERDER LA CABEZA?
El mundo de las inversiones está abierto a toda persona que tenga capital y la intención de hacerlo. Es importante auxiliarse de profesionales en la materia
Las inversiones forman parte de una gestión financiera efectiva. Tener la capacidad de generar beneficios sobre la base de capitalizar proyectos, es una de las tareas que toda persona que maneja dinero debería llevar a cabo. A razón de que uno de los principios que marcan la realidad del dinero es la movilidad expresada en el intercambio y la generación de utilidades.
Tomando esto en consideración, parte importante de las personas, de alguna manera u otra, directa o indirectamente, buscan hacer inversiones. De hecho, son pocas las personas que conozco que en algún momento de su vida no hayan pensado en “poner un negocio”.
En ese sentido, vamos a tratar el tema de las inversiones efectivas, la manera en que pueden materializarse sin que esto represente que pierdas la cabeza. Sino sobre la base de tus intereses y los objetivos que te has planteado con el manejo de tu dinero.
Las inversiones ¿Son para todo el mundo?
Uno de los principales factores que impiden que una persona invierta es el temor al fracaso. En otras palabras, esa persona entiende que el riesgo que viene de la mano de las inversiones a las que tiene acceso no va acorde a su rango de tolerancia.
Esto ha traído como consecuencia que varias personas pierdan buenas oportunidades de inversión en donde pudieron haber obtenido beneficios satisfactorios. De hecho, en cierta medida, este tipo de actitudes ha generado que las inversiones se mistifiquen y algunas personas crean que esto es un mundo al cual solo pueden acceder gurúes o especialistas en la materia.
Nada más distante de la realidad. El mundo de las inversiones está abierto a toda cualquier persona que tenga capital para invertir. Es decir, no tienes que tener un doctorado en finanzas, o una vasta experiencia para capitalizar tal o cual proyecto; o para entrar al mercado de valores. Es solo cuestión de disposición y disponibilidad económica para hacerlo.
Por lo tanto, tú puedes ser un(a) inversionista, y puedes recibir beneficios de tus capitalizaciones a través de las diferentes vía o maneras de financiación de proyectos, tanto personales como públicos, o bien en el mercado de dinero, como las instituciones bancarias, etc.
¿Cómo llevar a cabo inversiones sin perder la cabeza?
Partiendo de la premisa de que cualquier persona puede hacer inversiones, es válido aclarar que existe tres elementos básicos para invertir: Rentabilidad, tiempo y riesgo. La combinación óptima de ellos en un proyecto de inversión representa la garantía de éxito.
Sin embargo, de los tres elementos que mencionamos el que tiene un mayor peso dentro de la estructura es el riesgo, porque este resume todo aquello que puede dar al traste con la inversión. Es decir, el riesgo representa los eventos adversos que pueden presentarse en la capitalización que lleves a cabo. Por lo tanto, no es algo que debes tomar a la ligera.
Y es por esta razón que es recomendable buscar la asistencia de profesionales en la materia, para que te indiquen cuál es el mejor camino a seguir en tu proyecto de capitalización, de manera que puedas, en caso de ser tu primera vez, tomarle el piso al mundo de las inversiones, y si ya lo has hecho antes, entonces que puedas ajustar algunos puntos de los que ya has cubierto en tu experiencia.
Luego de tener esta parte aclarada, queremos responder a la pregunta inicial ¿Cómo hacer inversiones efectivas sin perder la cabeza?
Para esto debes partir de tres principios que habrán de acompañarte durante todo tu proceso de inversión:
- Definir tus objetivos
- Paciencia
- Entender los tiempos
Vamos a desglosar cada uno de ellos para que tengas una idea más acabada y los puedas implementar en gestión financiera personal.
Principio No. 1: Definir tus objetivos
El primer principio del cual debes acompañarte en las inversiones son los objetivos. Estos son de gran importancia en todo lo que vas a llevar a cabo, porque son los que definen el norte, las características y los requerimientos mínimos de tu inversión.
Si no te planteas objetivos entonces no tendrás un punto de referencia para determinar el éxito o fracaso de tu inversión. De hecho, que tengas objetivos define el tipo de inversión que debes hacer. Ya que no todos los instrumentos funcionan de la misma manera ni se enfocan a todos los perfiles de inversión.
Es por esto que debes establecer qué es lo que quieres lograr, y en función de eso, crear la estrategia de inversión que más se ajuste a eso que estás buscando.
Principio No. 2: Paciencia
El segundo principio va muy de la mano con el tipo de persona que seas. Ya que si eres paciente por naturaleza entonces tienes pocos ajustes que hacer en tu conducta o mentalidad, pero si por el contrario no eres paciente, entonces esto puede ser algo en lo que tengas que trabajar antes de entrar al mundo de las inversiones.
Tener paciencia es clave para el éxito de toda inversión. Porque los resultados no son de la noche a la mañana. Toman tiempo. De hecho una de las sugerencias que por lo general se les hace a las personas que van a invertir es que utilicen un capital que no esté comprometido para otra cosa. Es decir, un capital “perdible” y cuando hablamos de esto es que no tengas vínculos sentimentales con él.
Para hacerlo un poco más claro. Recuerdas que mencionamos el elemento riesgo como uno de los tres elementos básicos de toda inversión, su importancia radica en que en este se pondera la posibilidad de que las cosas no salgan como pensabas, y que todo, literalmente, se vaya al traste. Si esto es así, en la medida en que sientas menos apego a ese dinero en que inviertes mejor.
Porque, más allá de los cálculos que se puedan hacer, el mercado es un ente vivo y variable, que puede cambiar en cualquier momento.
A todo esto, el principio de la paciencia marca la pauta para no reaccionar ante una subida o bajada del mercado de manera irracional. Es decir, cuando tienes paciencia permites que se desarrollen los eventos de manera fluida, y puedes identificar de una forma más clara, cuándo es el momento apropiado para entrar o salir de una inversión. Y esto último forma parte del tercer principio: Entender el tiempo.
Principio No. 3: Entender el tiempo
El tercer principio se vincula directamente con el segundo, ya que en el mundo de las inversiones tener paciencia y entender el tiempo son dos cosas imprescindibles.
Como mencionamos cada instrumento tiene, en cierta medida, su tiempo. No es lo mismo invertir en acciones que abrir un certificado financiero, como tampoco es lo mismo contratos de futuros que mercado de divisas. Cada instrumento tiene su particularidad en términos de tiempo y respuesta.
En ese sentido, entender el tiempo es tener la capacidad de discernir cuándo es el momento apropiado para comprar o vender. Y para esto pudieras aplicar una regla general que se da en el mundo de las inversiones, comprar implica largo plazo y vender corto plazo.
De manera que toda acción de compra que lleves a cabo tiene una connotación de permanencia distinta a la de venta, aunque esto no es un absoluto, sino un punto de referencia al cual debes aludir en tu proyecto de inversión.
Es por esto que hacemos el énfasis en que busques asistencia en esto. No porque no tengas la capacidad de hacerlo sino, porque el factor experiencia y conocimiento pueden hacer la diferencia. No es lo mismo una persona que tenga tiempo en el mundo de las inversiones a una que recién entra. Por lo tanto, nuestra invitación es a que te auxilies de algún(a) experto(a) en la materia que te ayude con el tema de entender el tiempo apropiado, y cómo este se puede ser uno de tus mejores aliados en tu proceso de capitalización.
Conclusión
Puedes tener acceso al mundo de las inversiones. No están ajenas a ti. Solo se requiere que tengas el capital necesario para ponerlo a producir. No obstante, es recomendable que te auxilies de profesionales de la materia que te puedan asistir en el todo el proceso, al menos en la etapa inicial, para que puedas acostumbrarte al funcionamiento de los mercados.
Tomando en consideración que los tres elementos básicos de toda inversión son: Rentabilidad, tiempo y riesgo; y debes acompañarte de principios que modelen todas tus ejecutorias de capitalización, entre ellos: Definir un objetivo, tener paciencia y entender los tiempos.
Hacerte acompañar de estos tres principios te hará una persona con una mayor capacidad de tomar decisiones de inversión que vayan acorde a tus intereses y a las que les puedas sacar el provecho necesario para materializar lo que te has propuesto.
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