LAS OFERTAS SE REPITEN, EL DINERO NO
Tomar ventaja de las ofertas es una movida inteligente. No obstante, cuando no están contempladas dentro de tu planificación pueden resultar más costosas.
“Las ofertas se repiten, el dinero no” ha sido, quizás, la frase que más he utilizado en las charlas y conferencias sobre finanzas personales que he impartido.
Son varias las personas que durante mis intervenciones hacen alusión, o plantean un escenario, en donde reciben una mega oferta irresistible, y como tal, tienen que acceder a ella.
Ante esta realidad, suelo indicarles las razones por las que entiendo que tomar decisiones financieras apresuradas o sobre la base de “ofertas”, pueden salir más costosas de lo que se piensa. Y, luego de un largo conversatorio, usualmente, dicha persona coincide con mi planeamiento, aunque no siempre es así.
Es por esta razón que quiero compartir con ustedes, por qué acceder a ofertas repentinas y sin planificación, puede generar desestabilidad financiera y que el objetivo primario (ahorrar) no se cumpla. Pero más que todo, mi intención es brindarte pautas sobre la manera en que puedes manejar este tema de la gestión inteligente de tu dinero en compras que vayas a hacer.
Entendiendo las ofertas
Aunque parezca obvio, no todas las personas entienden todo el engranaje que va de la mano con las ofertas. De hecho hay personas que asumen que las ofertas son estafas o engaños de los comercios a sus clientes.
A razón de que se piensa que la oferta es falsa; ya sea porque el artículo es perecedero y está próximo a su vencimiento, porque está defectuoso, o porque ya no tiene demanda en el mercado y el comercio tiene que “quemarlo” para salir de él.
Y en otros tantos casos, suelen subir los precios algunos días o semanas antes, para luego decir que hay un descuento u oferta por la diferencia que aumentaron previamente. Pero en realidad fue solo un abultamiento de precios
Estas razones, en ciertos lugares, son ciertas.
Efectivamente hay comercios que manipulan la verdad y las supuestas ofertas no son más que triquiñuelas que buscan engañar a los consumidores.
No obstante, esta práctica la hace la minoría. Ya que por lo general los países tienen entidades reguladoras que velan por la justeza por parte de los comercios en respaldar lo que ofrecen, no solo en ofertas, sino a nivel general.
En ese tenor, para entender las ofertas tenemos que partir que todo negocio lo que busca es generar beneficios. Y esto se materializa a través de la venta de los bienes y servicios que ofrece al público.
Para lograr este objetivo eso se auxilian de estrategias de publicidad y mercadeo, las cuales estimulan la compra en los/las consumidores(as). Y, dentro de estas estrategias, está la táctica de la oferta.
Que busca llamar la atención, a través de las emociones, de compradores(as) para que adquieran los productos o servicios determinados. Sobre la base del efecto de descuento, en donde la persona identifica un precio alto, y como lo ve descontado a un precio significativamente menor, entonces se interesa por el artículo y lo compra. O bien se puede ver en adquirir más de un artículo por el precio de uno solo, o también adquirir un bien adicional.
Estas y otras maneras son las que dan razón a las ofertas las cuales se centran en:
- Llamar la atención.
- Generar la venta.
Y es por esta razón que se ven en grandes carteles y se difunden por los diferentes medios de comunicación disponibles.
Las ofertas SIEMPRE se repiten
Partiendo de que la razón de ser de cualquier empresa es generar beneficios, y estos beneficios son fruto de las ventas, y que dentro de las estrategias están la creación de ofertas para llamar la atención. Tenemos que colegir que, sin lugar a dudas, las ofertas, siempre se repiten.
Esto porque la razón de ser del comercio es vender. Y parte de todo el engranaje de proceso de ventas es llamar la atención para la compra, máxime cuando en la actualidad, hay pocos, para no decir ninguno, artículos únicos y sin competencia.
Es decir, en el mercado de un mismo concepto de artículo, hay varias opciones, tanto directas como indirectas.
Aquellos que solo se diferencian en la etiqueta y otros, aunque no son exactamente iguales, puede hacer las funciones del producto que se busca, y puede ser sustituido fácilmente.
De manera que, sobre la base de esta realidad, las ofertas siempre se van a repetir. Porque el comercio siempre está en la búsqueda de generar beneficios, y saben que las personas reaccionan positivamente a este tipo de estrategias.
En otras palabras, siempre habrá un viernes negro, un día de navidad, un día de reyes, un día de san Valentín, un día de las madres, un día de las madres, un día de tal, un día de cual, etc.
Pero también hay ofertas por cambio de temporada, temáticas, de las asociaciones o agrupaciones de una industria, de esto, de aquello; en fin. Si se vende en un comercio entonces es lógico que venga una oferta.
Siempre habrá una oferta disponible en el mercado y siempre habrá la oportunidad de conseguir algo mejor.
Es por esta razón que la invitación es a que más allá de las ofertas disponibles, que son maravillosas, nos demos cuenta de que el dinero no es como las ofertas, porque, las ofertas comerciales son infinitas, mientras que el dinero es finito, limitado y escaso
Solamente entre el 1% y el 5% de la población mundial tiene recursos de dinero, prácticamente, ilimitados. El resto tenemos la disyuntiva de elegir dentro de un rango de opciones, limitados por nuestra capacidad financiera.
De manera que a la hora acceder a este tipo de acciones, es necesario darse cuenta de que, esa oferta “única” que dicen que no volverá, probablemente, dentro de un año o menos estará disponible otra vez en ese lugar; o en otro.
Esto nos invita a meditar en la manera en que estamos gastando nuestro dinero, y la forma en que nos estamos dejando llevar de las “oportunidades” comerciales, que al final del día, pueden tornarse en un problema de estabilidad financiera.
Las ofertas no planificadas ¿Son más costosas?
A todo esto, la interrogante que surge es ¿Son más costosas las ofertas no planificadas? La respuesta simple, sencilla y sin muchas explicaciones es sí. Pero, como eres una persona exigente, estoy seguro que no es suficiente con decirte que sí y nada más.
En ese sentido, la respuesta al porqué son más costosas es porque si no están dentro del contexto de la planificación, significa que tienes que buscar alguna fuente de dinero extra para solventarla, que por lo general es el crédito.
Esto no quiere decir que si adquieres algo que no planificaste se va a armar una catástrofe de magnitudes apocalípticas. Sin embargo, cuando no incorporas a tu planificación esas “ofertas repentinas” entonces, sacrificas ese dinero que tenías provisto (en caso de que tengas un ahorro) para un fin determinado, o accedes a fuentes externas (préstamos o líneas de crédito) para solventarlo.
Otros pudiera alegar que bueno, como se está dando un descuento entonces eso compensa o justifica la erogación que se está haciendo. Sin embargo, el principio se mantiene, tienes que buscar una fuente para solventarla, ya sea de lo que ya tienes destinado para otra cosa o bien a través del crédito.
Y en ambos casos tendrías que iniciar de nuevo (en el caso de los fondos) o bien cargarlos a un préstamo (tarjeta de crédito, préstamo personal, línea de crédito, etc) que tiene el costo del interés.
¿Cuál es la solución?
Tomando en consideración lo anterior, una pregunta que puede surgir es la siguiente: ¿Qué hacer? O ¿Cuál es la solución? Y aunque la respuesta simple es: planifíquese. No es tan sencillo como parece. Porque todo lo relacionado al dinero y su gestión está vinculado a la conducta, que se traduce a tu manera de actuar y pensar.
Es por esta razón que me interesa plantearte algunas pautas que puedes tomar en cuenta y aplicar en tu gestión financiera para que te manejes de adecuadamente en términos del bombardeo publicitario y mercadológico de las ofertas.
En ese tenor voy a plantearte una serie de pautas que puedes tomar en cuenta en términos de gestión financiera. Para que cuando accedas a una oferta puedas optimizar tu dinero.
Pauta No. 1: Define tus prioridades
Lo primero que debe suceder en tu gestión financiera, para no ser presa de la emoción momentánea de la oferta es que definas cuáles son tus prioridades.
Al hacer esto estás estableciendo un criterio claro de hacia dónde debe ir tu dinero en primer lugar. En otras palabras, partiendo de tus prioridades tu dinero debe destinarse primero a ellas, porque ellas representan tu sostenibilidad humana.
Para hacerlo más sencillo aquí un ejemplo: Si una de tus prioridades es estudiar, y tienes que elegir entre comprar un celular y pagar tus estudios, entonces, aunque el celular esté a precio de costo, primero tienes que saldar tus estudios, y luego, basado en la disponibilidad restante puedes adquirir la oferta tal o cual.
Pauta No. 2: No te cases con una sola oferta, sigue buscando
Luego de definir cuáles son tus prioridades, toma en cuenta que el mercado es amplísimo, y tiene muchos actores que confluyen, por lo tanto, cuando veas una oferta que te llame la atención, busca alternativas y compara qué ofrecen los demás comercios respecto de ese producto o servicio.
Tienes la ventaja del internet en donde puedes, desde la comodidad de tu casa o bien desde cualquier otro lugar con tu teléfono inteligente, indagar y hurgar sobre las diferentes opciones disponibles en el mercado.
Ten presente que es muy posible que ese mismo artículo o servicio puede estar en una mejor oferta en otro lugar. Pero mejor aún, no hay prisa, recuerda que las ofertas SIEMPRE se repiten, de manera que si por alguna razón no encuentras algo mejor o que satisfaga, más adelante vendrá una oferta similar o quizás mejor.
Por lo tanto, tómate tu tiempo y sé sabio a la hora de comprar.
Pauta No. 3: Saca una porción de dinero para cosas banas
Es importante y determinante, para tu gestión financiera que tengas un apartado para cosas vanas. Cosas que salgan de ese mundo de priorización, y que te das la libertad de en cierto sentido “mal gastar”.
Ya que si llevas esto al plano de la psicorigidez entonces puedes caer en un estado de tacañería que es igual de dañino al del malgasto libre.
Por lo tanto, dentro del marco de la posibilidad, segmenta una porción para satisfacer esas cosas de menor importancia, en términos de prioridades, pero que en asuntos de balance emocional y conductual son de vital importancia. Porque nivelan la gestión financiera efectiva, traen un desempeño adecuado del dinero mejoran la calidad de vida.
Conclusión
Tomar ventaja de las ofertas es una movida inteligente que debes aprovechar. Porque representan un manejo adecuado del dinero.
No obstante, cuando estas no están contempladas dentro de tu planificación pueden resultar más costosas, a razón de que de alguna manera tienes que solventarlas, y esto se hace con los fondos que tenías destinado para otra cosa o bien con deuda. Esto último no te lo recomiendo.
En ese sentido, la sugerencia es que
- Definas tus prioridades
- Busques diferentes alternativas
- Saca una porción para cosas banales
Sobre la base de estas tres pautas podrás tener un buen desempeño financiero, que te permitirá balancear tu flujo de efectivo sin que se genere inestabilidad.
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Y si te interesa profundizar en el manejo adecuado del dinero para las compras te sugiero que adquieras el libro ¿Cómo compro inteligentemente? Escrito por Andrés Panasiuk haciendo clic la imagen más abajo.
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