¿QUÉ HACER CUANDO SE PIERDE LA PERSPECTIVA DEL AHORRO?
Todos, en algún momento, podemos perder la perspectiva del ahorro. Lo importante es reencausarlo hacia aquello que realmente genera valor
La disciplina y el enfoque son dos elementos claves en el ahorro. Estos se resumen en la perspectiva. Cuando una persona enmarca el ahorro desde un litoral de generar valor a su gestión financiera, logra establecer las estrategias y movimientos necesarios para que esto se vuelva una acción consuetudinaria que se traduzca luego en el incremento de las arcas personales a través de las inversiones.
Sin embargo, es posible perder la perspectiva del ahorro, y caer en espacios indefinidos en donde la persona no sepa qué hacer o bien cuándo es el momento apropiado para utilizar dichos fondos. Es por esta razón que nos interesa abordar este tipo de realidades, con el fin de brindar algunas pautas prácticas que permitan a la persona volver a encausar su ahorro hacia aquello que es de valor.
¿Cuándo se pierde la perspectiva del ahorro?
La perspectiva del ahorro se pierde cuando la persona no sabe qué hacer con el dinero que ha acumulado. Esto puede sonar algo extraño porque siempre hay cosas en qué gastar el dinero. Constantemente somos bombardeados, a través de la publicidad, por ofertas, promociones, etc.; en donde el apetito de consumo es alimentado.
Sin embargo, existe un efecto muy particular en quienes logran acumular ciertas cantidades de dinero; al verse con montos relativamente altos deciden postergar aquello que inicialmente planificaron, para “conseguir un poco más”. O bien desvían lo que originalmente tenían planeado para conseguir algo distinto.
Es en esta tónica que se pierde la perspectiva. Cuando no se le da el curso al ahorro por el cual fue intencionado; derivándolo o postergándolo a otras “Metas”.
¿Cómo reencausar la perspectiva del ahorro?
El reto que tiene quien ha perdido la perspectiva del ahorro, es reencausar y volver a tomar el rumbo original por el cual inició dicho fondo. Es importante resaltar que reconocer esta realidad no siempre es fácil, porque la persona no siempre admite que ha perdido el curso de acción, pero más aún, entiende que la nueva disposición es correcta.
Y las preguntas que surgen son ¿Por qué es malo este tipo de situaciones? ¿Por qué cambiar de rumbo no es lo adecuado?
Todo plan está sujeto a modificación. No debería ser estático sino dinámico, y en la medida en que sea flexible y adaptable a nuevas realidades entonces será más exitoso. Sin embargo, una cosa es cambiar la manera de cómo lograr algo determinado, y otra cosa completamente distinta, es cambiar la razón de ser o el porqué dicha acción. En otras palabras es hacer un nuevo plan.
Esto último se puede llevar a cabo, sin embargo, es importante estar claro(a) y convencido(a) de las razones que incitan el cambio; y cómo dicho cambio agrega valor a la gestión, en este caso financiera, de manera que no se tome a la ligera implementar cambios que no suman al crecimiento y desarrollo personal.
Por lo tanto, en caso de haber perdido la perspectiva y tenga la intención de volver a retomarla queremos ofrecer algunas pautas que sirvan como modelo para lograrlo:
Pauta No. 1: Evalúe sus objetivos
La clave en todo esto es tener objetivos claros. Ya que estos sirven como norte y punto de referencia a la hora de determinar si el desempeño ha sido satisfactorio o no. Para que reforzar las acciones que los materializan y redefinir aquellas que no le hacen realidad.
Pauta No. 2: Evite utilizar esos recursos en otra cosa que no sea lo planeado
Ante la realidad del desenfoque temporal que pueda tener la persona. Lo mejor es detenerse y no llevar a cabo acciones que luego pueda lamentar. Máxime con el tema del dinero, porque este recurso por lo general es costoso e implica esfuerzo acumularlo. Por lo tanto, es prudente no tomar acción alguna hasta tener claridad de lo que realmente se quiere llegar a hacer.
Pauta No. 3: Busque asistencia
El acompañamiento oportuno siempre aprovecha. Y cuando se están vivenciando este tipo de experiencias la asistencia profesional es una opción prudente. Porque le permite a la persona tener una opinión objetiva y con criterio de generar valor a la gestión financiera. De manera que se pueda extraer el mayor provecho a los recursos disponibles.
Pauta No. 4: Identifique alternativas
Ya que hubo un cierto nivel de cuestionamiento a lo que originalmente se planeó, quizás sea el tiempo de identificar otras opciones o alternativas disponibles en el mercado. De manera que se pueda tener una panorámica más acabada y completa de lo que puede hacer con su dinero.
Conclusión
Todos, en algún momento, podemos perder la perspectiva del ahorro, y caer limbos financieros que nos hace desenfocarnos del objetivo primario en nuestra gestión financiera. Sin embargo, es posible reencausar o retomar el sendero original y extraer de este un mayor beneficio. O bien esta dinámica pueda viabilizar un nuevo objetivo a alcanzar.
Por lo tanto, si esta entrada sobre ¿Qué hacer cuando se pierde la perspectiva del ahorro? le ha sido de utilidad le invitamos a que comente y la comparta. Sus opiniones y aportes son de gran importancia en esta comunidad y enriquecen el debate. Y si el interesa profundizar en el tema del ahorro y los objetivos le sugerimos adquirir el libro ¿Cómo ahorrar de forma sencilla y cómoda? Escrito por
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