ME DECLARO EN QUIEBRA ¿SÍ O NO?
Declararse en quiebra es una opción sujeta a la realidad financiera y jurídica de la empresa o persona. Por lo que requiere de la asistencia profesional.
Declararse en quiebra es quizás uno de los pasos más difíciles para quien está pasando por un proceso de estrechez económica personal o empresarial. Ya que implica admitir la incapacidad de solventar los diferentes compromisos y obligaciones financieras.
Sin embargo, llegar a esta conclusión no es algo sencillo. Se presentan muchas interrogantes y es un proceso, que por lo general es largo y, en cierta medida, tedioso.
En ese sentido, nos interesa abordar el tema sobre tomar la decisión de declararse en bancarrota. Sus implicaciones y alternativas dentro del contexto de la gestión financiera.
¿Qué es declararse en quiebra o bancarrota?
Una quiebra o bancarrota es una situación jurídica en la que una persona (persona física), empresa o institución (personas jurídicas) no puede hacer frente a los pagos que debe realizar (pasivo exigible), porque estos son superiores a sus recursos económicos disponibles (activos).[1] En otras palabras, es no tener la solvencia suficiente en activos para pagar sus deudas.
En ese sentido, el procedimiento varía de una nación a otra, a razón de que implica una situación jurídica en la que el Estado debe avalar y validar la realidad de insolvencia financiera. Sin embargo, los puntos en común a las diferentes legislaciones es que la empresa o la persona deben demostrar su incapacidad actual y futura de enfrentar sus compromisos y obligaciones financieras.
¿Por qué actual y futura? Porque es probable que el problema no sea la ausencia de recursos sino el manejo de los mismos. Es por esto que es necesario que intervengan tanto entidades gubernamentales como privadas en dicho proceso, de manera que haya transparencia y claridad en todo el proceso de validación.
Me declaro en quiebra ¿Sí o no?
El punto clave en todo esto es determinar si se debe o no declara en quiebra. Y partiendo de esto y, en caso de ser afirmativa la acción, cómo hacerlo de manera que tenga el menor impacto negativo en la estructura financiera actual.
En primer lugar se invita a la persona o a la empresa a auxiliarse de la asistencia de especialistas en el área financiera, en primer lugar, y luego de área jurídica. La razón de ser de esto es que evidentemente la declaración de bancarrota es algo que tienen que ver con un tema de gestión financiera, por ende, la persona indicada para iniciar el proceso es alguien que tenga la experticia en estos temas de manejo de dinero. Con el fin de analizar la situación y determinar si efectivamente es un estado de incapacidad de pago o no.
En dicho análisis se van a tomar en cuenta tres aspectos básicos:
- Liquidez
- Grado y capacidad de endeudamiento
- Rentabilidad
En cada uno de ellos se encuentran claves relevantes que determinan la toma de decisión de declararse o no en bancarrota ya que engloba qué tan posible es saldar los compromisos y el nivel de satisfacción personal y empresarial.
Luego de buscar la asistencia en el área de las finanzas es prudente auxiliarse de profesionales del derecho, porque estas personas son las que conocen los procedimientos legales a seguir.
Es importante resaltar que no siempre es necesario declararse en quiebra. Quizás lo que hay que hacer es una serie de ajustes en la gestión financiera y acuerdos con los deudores para mantener a flote la empresa o bien el desempeño personal. Es decir, no todas las situaciones tienen que desembocar en estado de quiebra; y es por esto que la asistencia de expertos(as) en el área financiera y legal es tan determinante, porque ellos(as) le brindarán la asesoría oportuna a la hora de tomar una decisión de esta magnitud.
Por último, identifique cuáles alternativas existen dentro del mercado para cambiar su estado. Es posible que puedan encontrar socios(as) que capitalicen el proyecto o algún tipo de estado de tránsito en el cual pueda seguir operando por un tiempo mientras logra reorganizar sus finanzas.
Mientras que en lo personal, quizás pueda apelar a alternativas de prórrogas en las que pueda tener un respiro y reorganizar su gestión financiera.
Conclusión
Declararse en quiebra es una opción entre varias la cual estará sujeta a cuál sea la realidad financiera y jurídica de la empresa o persona. Hacerlo no determina, necesariamente, que hubo un fracaso, sino que las circunstancias no le fueron favorables En ese sentido, la invitación es a que se busque asistencia de parte de expertos(as) en el tema de gestión financiera y jurídicos que le provean de una panorámica acaba con las diferentes alternativas disponibles.
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[1] Definición Quiebra o Bancarrota Consultado 30/09/15
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