La deuda financiera en una PyME es un tema de cierto peso dentro del contexto de la gestión efectiva. Ya que esta puede servir como una herramienta que potencialice el desarrollo de la empresa o bien un dolor de cabeza para quien está dirigiendo. En ambos casos, el endeudamiento implica una carga monetaria para el negocio que forma parte de la estructura de costos fijos y debe ser solventada dentro de un plazo determinado.

Es por esta razón que nos interesa abordar el tema sobre cómo manejar, de manera efectiva, la deuda financiera de una PyME. Ofreciendo las pautas necesarias para la buena gestión del endeudamiento del negocio.

El endeudamiento en las pymes

El endeudamiento, dentro de cualquier estructura de negocio, está intencionado para agregar valor. Es una fuente de recursos para capitalizar las actividades que permitan el desarrollo y crecimiento de la PyME. Sin embargo, no siempre se hace para eso, sino que en algunas empresas acceden sin obtener los beneficios del mismo. A razón de que se embarcan en emprendimientos no productivos y que solo dilatan la realidad de la mala administración financiera que han tenido.

En ese sentido toda deuda financiera, para que tenga éxito, debe estar sujeta a dos premisas básicas:

1. Capacidad de pago.
2. Disponibilidad de recursos.

Estas dos premisas son determinantes a razón de que en la medida en que hay una capacidad de pago que soporte las cuotas (Mensuales, bimensuales, trimestrales o semestrales) y se creen fondos de contingencia, entonces la gestión del endeudamiento será exitosa en la PyME.

Algo importante a resaltar es que existe una diferencia en la gestión del endeudamiento y el éxito del endeudamiento. La primera tiene que ver con cómo se toman decisiones en función de la deuda como tal, es decir la parte operativa o estratégica del préstamo, y la segunda se vincula a la planificación y al logro de los objetivos que en ella se plantean.

De manera que el éxito de una gestión del endeudamiento estará sujeta a cómo la planificación y el logro de objetivos se desarrollen. Es decir, si es una deuda no productiva, aunque se tenga una gestión efectiva, el resultado final no le aportará valor a la empresa. Esto mismo aplica en el caso inverso; si es un apalancamiento productivo pero se carece de una gestión efectiva entonces, el resultado será igual de adverso.

Por lo tanto, es vital que se logre establecer el punto en donde tanto de la planificación (razón de ser del endeudamiento) como de la gestión (toma de decisiones o estrategias para solventar el préstamo) sean óptimos de manera que realmente se pueda generar valor a la empresa.

¿Cómo manejar la deuda financiera en una PyME?

Existen tres pautas básicas que hay que tener en cuenta para el manejo efectivo de la deuda financiera en una PyME y que ello aporte valore a la empresa.

Pauta No. 1: Determinar el flujo de efectivo de la PyME

Se conoce como flujo de efectivo (o cash flow, en inglés) al estado de cuenta que refleja cuánto efectivo conserva alguien después de los gastos, los intereses y el pago al capital[1].

La determinación del flujo de efectivo es clave. Ya que, al final del día, el saldo del compromiso se hará en efectivo (líquido, transferencia, cheque o débito a cuenta) y, en la medida en que se tenga una panorámica clara de con cuánto se cuenta para solventar este compromiso, entonces el desempeño tendrá una mayor probabilidad de éxito.

Pauta No. 2: Tiempos

La segunda pauta se relaciona al tiempo y éste, en términos de ritmo y longitud. Es decir, el flujo de efectivo tiene un ritmo o una fluctuación respecto de los compromisos puntuales de la empresa. Y para que la deuda financiera sea manejada de manera efectiva se hace necesario saber cómo es este comportamiento con el fin de ajustar esta nueva realidad de deuda a la empresa.

En ese mismo tenor, el tema de la longitud también es importante porque en ella se define el tiempo general del compromiso y la forma en que la empresa logra retornar a sus arcas dicha capitalización.

Pauta No. 3: Fondos de contingencia

Por último está el fondo de contingencia, que es la respuesta a las situaciones adversas que se puedan presentar durante la gestión de la deuda. A razón de que sirve como una manera de asegurar, el buen desenvolvimiento de la empresa mientras esté solventando el préstamo.

A todo esto, existen corrientes de gestión que invitan a que no se tenga como tal un dinero “parado” a razón de que no es productivo. En ese sentido, lo que se sugiere es apartar el equivalente de 3 a 6 cuotas del pago regular del préstamo y dividirlo en dos partes:

• Ahorro corriente
• Certificados de depósitos o financieros

Esto para que mientras se esté solventando la deuda financiera, se tenga un respaldo económico que logre entrar en escena en el momento requerido, y al mismo tiempo, no deje de estar produciendo, aunque no en al mismo ritmo de otros dineros que se invierten en la empresa.

Es importante resaltar que esta medida es solo para garantizar el saldo del préstamo. Y existirá siempre y cuando la PyME acceda a algún tipo de financiamiento a largo plazo.

Conclusión

El manejo efectivo de una deuda financiera dependerá de cómo se logren combinar la planificación y la estrategia del día a día en la gestión de endeudamiento. Por lo tanto, es necesario tener una panorámica acabada de la capacidad de pago y los fondos de contingencia disponibles para responder ante situaciones adversas que se presenten.

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[1] Definición Flujo de efectivo Consultado 30/08/15