EL PRESUPUESTO Y SU IMPORTANCIA
El presupuesto es la herramienta ideal para la buena gestión financiera. Implementarlo es punto de referencia para tomar de decisiones
En la gestión financiera el tema de la planificación es vital. Ya que sin esta es poco probable tener éxito en la administración del dinero. Es por esta razón que una de las consultas más comunes dentro del ámbito de las finanzas gira en torno al presupuesto y su importancia.
El presupuesto
El presupuesto es la espina dorsal de las finanzas. Sin éste es muy cuesta arriba llevar una buena gestión del dinero, ya que marca la pauta a la hora de gestionar de manera eficiente los recursos económicos. Por lo que el objetivo de este se bifurca en servir como una herramienta de planificación y como un sistema de evaluación y control financiero.
La palabra presupuesto es una combinación de dos términos, pre, que funge como un prefijo que indica anterioridad y, supuesto, que es un participio irregular de suponer, cuyo significado es conjeturar, calcular algo a través de los indicios que se poseen[1]. En otras palabras es una hipótesis que se hace de algo con anterioridad, sobre la base de informaciones que se tienen a la mano. Aquí es donde entra el primer objetivo: Planificación.
El presupuesto y su importancia
Cada vez que se inicia un proceso de reestructuración financiera, el presupuesto asume su primer objetivo de planeación; en donde de manera sistemática se inician un conjunto de acciones enfocadas a escenificar lo que pudiera suceder en el futuro (suponer) y, en función de ello, establecer las estrategias necesarias para anticiparse (pre) a él. Por lo que elaborar un presupuesto no es matemática cuántica ni física espacial. Es solo avocarse a visualizar escenarios posibles que permitan la creación de alternativas viables.
Hay que tomar en cuenta que el presupuesto no es una bola de cristal que predice exactamente lo que va a suceder. La precisión de este estará sujeta a la práctica y la capacidad de análisis a la hora de escenificar el futuro. Por lo que el primer o segundo y hasta el tercer o cuarto presupuesto no necesariamente saldrá a la perfección; sin embargo al darle cabida al presupuesto, dentro de la gestión financiera, muestra el mejor indicador de que se están tomando medidas coherentes y certeras para la buena administración del dinero.
El segundo objetivo del presupuesto (Evaluación y control) se cumple cuando se utiliza esta planeación para que cada cierto tiempo se compare lo planeado con lo ejecutado. Es decir, hacer un contraste entre lo que se supuso respecto de lo que realmente pasó. Al utilizar el presupuesto de esta manera le permite a la persona identificar qué tanto varió y si ésta variación fue favorable o no. Pero no se queda ahí, este logra que la persona se cuestione el por qué hubo o no variación.
Este último cuestionamiento abre la ventana al análisis financiero personal. Ya que al comparar lo que se hizo con lo ejecutado entonces se da paso a la creación de controles y mejoras dentro de la gestión financiera; permitiendo así la optimización de los recursos económicos. En otras palabras crear valor; dando sentido a las buenas decisiones.
Es por esta razón que el presupuesto es una herramienta tan poderosa y prácticamente imprescindible en la gestión financiera personal que busca la eficiencia; porque provee un espectro de acción a la buena administración de los recursos económicos, permitiendo tanto la planificación como la evaluación y control de las finanzas personales.
[1] Real Academia Española Definición consultado 28-07-2014
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