GESTIÓN FINANCIERA EFECTIVA: 3 SEÑALES QUE LA CONFIRMAN
La buena gestión financiera es sinónimo de saber elegir y tomar acciones que encaminen el logro de los objetivos que cada persona se plantea.
Tener una buena gestión financiera es el deseo de toda persona que tiene que tomar decisiones de dinero. Saber que se está tomando el camino correcto y que ello representa salud financiera es quizás el santo grial de las finanzas personales y empresariales.
En ese sentido, nos interesa listar tres señales que confirman la buena gestión financiera personal. Con el fin de proveer algunos parámetros que sirvan como puntos de referencias a la hora de evaluar el desempeño en la administración del dinero; y al mismo tiempo que sirvan de estímulo a quienes se han disciplinado en la manera en que gestiona sus recursos económicos.
Señales de buena gestión financiera
Las señales de buena gestión parten de dos principios básicos, los cuales modelan todo el contexto del manejo del dinero:
- El valor del dinero: La persona reconoce que el dinero no cae del cielo. Implica esfuerzo y trabajo. Por lo tanto, su uso debe ser racional y basado en parámetros que le permitan alcanzar sus objetivos
- Optimización de los recursos: La persona identifica cuál es la manera en que su dinero puede ser aprovechado, agregando valor a toda la estructura financiera individual.
Señal No. 1: Ahorro
La primera señal, y quizás la más importante de todas, es el ahorro. Ya que ahorrar es apartar una porción de los ingresos, que luego logra solventar los diferentes compromisos contraídos. Pero para lograr esto deben existir los excedentes; es decir, la persona consume menos de lo que ingresa, por lo tanto, el ahorro toma efecto.
Es importante resaltar que el ahorro no es una mera acumulación, ni una competencia a ver quien logra tener más. Todo lo contrario, cuando se hace de esta manera lo que se está haciendo es financiando la propia pobreza; porque cuando el propósito no existe entonces cualquier cosa satisface la necesidad. Y esto no es una conducta adecuada en el ámbito de las finanzas.
Ahorrar por ahorrar es un error.
Para que tenga sentido deben existir propósitos definidos y que estos marquen el ritmo y la pauta del ahorro. De manera que pueda ser un reflejo tangible de la buena gestión financiera.
Señal No. 2: Consumo inteligente
El consumo inteligente es saber qué, cuándo, cómo y por qué hacer una erogación de dinero determinada. En entradas anteriores hemos tratado el tema sobre el manejo sabio de los recursos económicos y estos parten de saber distinguir una necesidad de un deseo y cuándo suplir cada uno de ellos.
Partiendo de lo anterior, hay que hacer hincapié en que tanto las necesidades como los deseos deben ser satisfechos, ya que esto es salud emocional. Si la persona solo se enfoca en suplir las necesidades y no los deseos entonces no habrá equilibrio en financiero y la vida se puede tornar en un lugar amargo. De igual manera, cuando solo se enfoca en el tema de los deseos pierde de vista aquello que necesita y crea un espacio de inestabilidad financiera.
Lo que sucede con este tema es que hay que discernir el tiempo y la forma en que ambos aspectos serán cubiertos, y en ese sentido, entra el elemento de la priorización. En donde se organiza qué va primero y qué va después. En otras palabras, el consumo inteligente diferencia qué es lo importante en el momento y qué puede esperar.
De manera que no se genere un estado de iliquidez, y aquello que es realmente relevante pase a un segundo, tercer o cuarto plano. Al mismo tiempo, invita a que se planifique cuándo se habrán se suplir dichas necesidades y deseos en un futuro próximo o lejano.
Por lo que, cuando hablamos de una señal que confirme que se están teniendo una buena gestión financiera, el consumo inteligente es parte esencial en todo el engranaje del mismo.
Señal No. 3: Inversión
La tercera señal que confirma la buena gestión del dinero son las inversiones. Porque ellas vienen como resultado de una decisión de generar riqueza, y en este caso, el término riqueza no está vinculado a tener muchas posesiones, sino a hacer que el dinero produzca dinero.
Cuando una persona logra crear fondos con el fin de hacerlos producir, se está en el punto más alto de la gestión financiera, porque se ha manejado dentro del marco de sus capacidades financieras creando capitales (ahorro) y ha sabido priorizar sus necesidades y deseos (consumo inteligente) de manera que lo que le queda es buscar alternativas relacionadas a la productividad del recurso dinero que se tiene en las manos.
Esto se puede llevar a cabo sobre la base de un emprendimiento propio o bien capitalizar el de un tercero(a); como también a través del mercado capitales que se ve en las instituciones financieras y mercado de valores.
Conclusión
La buena gestión financiera es sinónimo de saber elegir y tomar acciones que encaminen el logro de los objetivos que cada persona se plantea. De manera que esto pueda generar valor al flujo de efectivo personal.
Por lo que, si esta entrada sobre señales que confirman un buena gestión financiera le ha sido de utilidad le invitamos a que la comparta y comente. Sus aportes y opiniones son de gran importancia para esta comunidad y enriquecen el debate. Al mismo tiempo, si le interesa profundizar en el tema de la buena gestión del dinero, le sugerimos adquirir el libro La transformación total de su dinero: Un plan efectivo para alcanzar bienestar económico escrito por Dave Ramsey haciendo clic en la imagen más abajo.
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