Emprender una idea de negocio es todo un reto. La persona, o grupo de ellas, se embarcan en un proyecto esperando obtener los beneficios del mismo. Sin embargo por lo general, quien emprende se enfoca en los aspectos prácticos de las finanzas más que en aquellos que son técnicos.

Esto quiere decir que el/la emprendedor(a), en temas de finanzas, hace un mayor énfasis en cómo obtener beneficios, en cuánto se va a ganar o cuánto se va a perder; que en temas relacionados a la gestión efectiva de la empresa. Pero al mismo tiempo existen otros elementos, de igual relevancia e importancia, dentro de la gestión empresarial, que deben ser tomados en cuenta como es el caso de la sostenibilidad o la estabilidad financiera.

En ese sentido, queremos aportar tres pautas financieras para emprender; que sirvan como herramientas dentro de la maquetación, y desarrollo del emprendimiento. Con el fin de que puedan ser aplicadas a la gestión financiera del proyecto naciente, y que se puedan implementar para lograr el objetivo general de la empresa: generación de riqueza.

Pautas financieras para emprender

Las pautas financieras para emprender se enfocan en tres aspectos básicos, que al mismo tiempo se tornan en tres niveles o etapas distintas:

• Sostenibilidad
• Estabilidad
• Riqueza

Cada uno de ellos está relacionado al aspecto práctico y técnico de la gestión financiera y le permite a quien emprende enfocarse en la operatividad del negocio y en la generación de beneficios del mismo.

Pauta No. 1: Definir la estructura de costos y gastos

La primera pauta a tomar en cuenta a la hora de emprender es la manera en que estará estructurado el costo y el gasto del proyecto. Esto es, estar en control de los diferentes elementos que inciden de manera directa el flujo de efectivo.

Para esto, la herramienta por excelencia es el prepuesto. Ya que en ella se recogen cada uno de estos aspectos de importancia dentro de la gestión financiera de la empresa. Es decir, el presupuesto le permite al emprendedor(a) visualizar y parametrizar el desarrollo de las actividades económicas del proyecto, y le sirve como base para elaborar las diferentes proyecciones financieras de la empresa.

Pauta No. 2: Establecer fondos de contingencia

Los emprendimientos no son un camino lleno de rosas en donde todo sale bien desde el principio. Tienen sus altas y bajas; y quien emprende debe tener pendiente que es más probable que haya más bajas que altas. Partiendo de esta realidad se hace necesario crear “colchones financieros” que amortigüen las bajas que se pueden presentar.

En ese sentido, es prudente establecer cuáles son las partidas, dentro de la estructura de costos y gastos, más sensibles y que pueden ser proclives a la sostenibilidad de la empresa como tal. Es decir aquellas vinculadas a empleados, seguridad social, costos de materia prima, etc.

Y sobre la base de ellas establecer el fondo de contingencia que las solvente.

Es importante resaltar que el fondo no es algo de acumulación; sino que su enfoque es dar respuesta a potenciales bajas que se presenten en un momento determinado.

Pauta No. 3: Optimización del dinero

La optimizar el dinero es extraer el mayor potencial del mismo. En otras palabras, es tomar decisiones de dinero acorde a las prioridades de la empresa. Sobre la base de lo que realmente es importante.

Para lograrlo es necesario enfocarse en la productividad. Es decir, identificar qué le aporta valor a la gestión general de la empresa y qué se puede postergar, de manera que el enfoque sea a lo productivo.

En ese sentido, estas tres pautas para emprender definen parte importante del éxito de un proyecto nuevo. Ya que en ellas se resumen las alternativas que dan pie a la sostenibilidad, estabilidad y la generación de riqueza.

De manera que si esta entrada sobre tres pautas financieras para emprender le ha sido de utilidad le invitamos a compartir y comentar. Los aportes y opiniones son de mucha importancia para esta comunidad y enriquecen el debate.