TIEMPO DE VACAS GORDAS Y VACAS FLACAS ¿QUÉ HACER?
En tiempo de vacas gordas y vacas flacas es determinante apegarse al plan de contingencia de manera que se pueda solventar el flujo de efectivo personal.
La vida no es lineal. Es un proceso que implica tener sus altas y sus bajas, y de alguna manera todos(as) hemos tenido que pasar, o eventualmente pasaremos, por periodos de abundancia como de escasez. A estos dos momentos se le conoce como tiempo de vacas gordas y vacas flacas. Siendo las gordas las que representan periodos de bonanzas mientras que las flacas los de estrechez.
El tiempo de vacas gordas y vacas flacas hace alusión a una historia bíblica registrada en el libro de Génesis capítulo 41 versos 17 al 57 en la que José, un preso hebreo que luego se naturalizó como egipcio, interpreta el sueño de Faraón. El cual mostraba cómo 7 vacas gruesas comían pasto a la orilla del río, cuando de repente 7 vacas famélicas suben y las devoran. Hubo otra parte del mismo sueño en la cual representa básicamente lo mismo pero utilizando las figuras de las espigas.
La interpretación del sueño se resume en que Egipto experimentaría 7 años de prosperidad para luego pasar a 7 años de una pronunciada escasez. Ante esta realidad el Faraón queda convencido de las capacidades de José y lo designa como segundo al mando para que enfrente ésta situación de manera que el tiempo de vacas gordas y vacas flacas sea gestionado de forma eficiente.
El convencimiento de Faraón vino a razón de que José presentó un plan de contingencia en donde Egipto, durante su período de abundancia almacenaría comida, prácticamente, en todas sus ciudades, haciendo de este un gran almacén. Al terminarse el período de las vacas gordas, entra en escena el tiempo de vacas flacas que se extendió a varios países, pero al Egipto haber tenido la pericia de haberse acogido a un plan de contingencia entonces, llegó a convertirse en el principal granero de su época que proveía de alimentos a las demás naciones.
Por lo que en esta historia de tiempo de vacas gordas y vacas flacas se extraen varias enseñanzas de las cuales queremos hacer referencia a dos de ellas: La importancia de interpretar los tiempos y el valor de las contingencias.Como hemos mencionado la vida no es estática ni lineal, se presentan momentos de abundancia (vacas gordas) y momentos de escasez (vacas flacas) en donde se hace necesario tomar decisiones que vayan acorde a un plan de contingencia. De manera que el tiempo de vacas gordas y vacas flacas se pueda enfrentar de mejor manera.
En otras palabras, se hace necesario identificar qué tiempo o qué momento se está viviendo. Para que, en función de ellos, se puedan elaborar planes efectivos que vayan acorde a la necesidad de cada tiempo.De manera sencilla la regla es: En tiempos de prosperidad (vacas gordas) hay que ahorrar, y en tiempos de estrechez (vacas flacas) utilizar lo ahorrado. Hacerlo de forma inversa puede ser cuesta arriba, porque la situación de contrición económica dificulta ahorrar a razón de los compromisos contraídos.
Es importante resaltar que el tiempo de vacas gordas y vacas flacas no implica amontonar dinero desmedidamente, sino, crear contingencias ante situaciones que escapen al control y que requieran de la inyección de recursos al flujo de efectivo regular. El fin de esto es reducir el riesgo financiero y mantener un nivel adecuado de liquidez. Por lo que deben existir límites, que variarían según haya incremento de precios, pero nunca de manera ilimitada.
La decisión de tener planes de contingencia es ir al ritmo de los tiempos de vacas gordas y vacas flacas; minimizando el riesgo y actuando de forma prudente ante las potenciales eventualidades que se puedan presentar. De manera que se pueda tener una buena gestión financiera.
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