CRÉDITO EDUCATIVO ¿VALE LA PENA?
Él crédito educativo es una alternativa dentro que una persona tiene para financiar sus estudios, pero merece el mismo caracter que un préstamo comercial.
Crédito educativo es una de las alternativas que pasa por la mente de jóvenes, varones y hembras, que quiere estudiar en una universidad, que por lo general, cuentan con pocos recursos para solventar la colegiatura de estudios superiores.
Para ello existen entidades que proveen este tipo de servicios y promueven que las personas accedan a ellos y así tener la oportunidad de estudiar el área profesional de su interés en la institución educativa de su preferencia.
En ese sentido, nos interesa abordar el tema del crédito educativo y sus implicaciones, de manera que se pueda hacer un análisis e identificar si vale la pena llevar a cabo esta acción.
¿Qué es el crédito educativo?
Son el mecanismo de financiamiento a través del cual los estudiantes pueden obtener una educación sin importar la situación económica de su familia. Estos tipos de créditos por lo general se ofrecen para educación superior como puede ser una licenciatura o un posgrado.[1]
En otras palabras, son préstamos destinados a la formación educativa, por lo tanto son créditos especializados, los cuales tienen la intención de viabilizar tanto la colegiatura como otros aspectos relacionados a ella que tienen que ver con la educación de una persona.
La intención inicial de este tipo de créditos es permitirle a personas que no tienen la capacidad de solventar los costos de una carrera, nacional o internacional, mediante un financiamiento blando. Esto quiere decir, que los términos del acuerdo son distintos a los de la banca comercial, porque, en esencia, se enfocan en facilitar el acceso al mismo y en hacer más llevadero el peso de la obligación financiera que se está asumiendo.
¿Cómo funciona el crédito educativo?
El funcionamiento del crédito educativo puede tener ligeras variaciones de una institución a otra. Sin embargo de manera global estos préstamos se hacen en partiendo de un monto determinado, que por lo general es en base al total de la colegiatura; y se toman en cuenta otros factores como útiles, libros, etc.; y en el caso de créditos para estudios en el extranjero, si la persona o familia accede, suelen incluir los costos relacionados al alojamiento, dietas, transporte, etc.
Lo interesante de este tipo de créditos es que le permite a la persona o familia es no tener la misma carga de pago de un crédito comercial, en donde se incurren en una serie de gastos que el crédito educativo no contempla. Pero más que todo le permite hacer aportaciones mínimas mientras se esté cursando la carrera.
De hecho el sistema consiste en pagar los intereses mientras se esté estudiando para luego de terminar la carrera iniciar el proceso de pago del capital más los intereses. Partiendo de que la persona se torna en un ente productivo(a) y competitivo(a) dentro del mercado y por ende sus posibilidades de saldar el préstamo se incrementan.
¿Vale la pena acceder a un crédito educativo?
Sin duda alguna una de las mejores y más rentables inversiones es la educación. Esto hace a la persona competitiva en el mercado laboral y empresarial, en caso de que decida emprender. Sin embargo, es válido preguntar si realmente vale la pena tomar este tipo de préstamos especializados partiendo del deseo de estudiar.
En ese sentido, hay que ver que estos créditos son una de las pocas alternativas, sino la única, para un conjunto de personas que, literalmente, no tienen la capacidad de solventar sus estudios, y por ende no pueden acceder a este tipo de servicios.
Tomando todo esto en consideración, sí vale la pena acceder a un crédito educativo.
No obstante, estos tiene sus implicaciones, ya que el hecho de que se tenga la facilidad de pagar primero los intereses y luego el capital más los intereses sobre la base de que una potencialidad es un riesgo, ya que una profesión no es garantía de empleo o de emprendimiento exitoso. Tener una profesión le permite a la persona tener el conocimiento necesario para desarrollar una temática, social o comercial, dentro de la sociedad a la que pertenece, pero no es seguro que pueda capitalizar de manera inmediata estas nuevas competencias adquiridas.
En otras palabras, para acceder a un crédito educativo hay que tomar en cuenta las mismas variables que inciden en la adquisición de un préstamo comercial, porque al final de día, es una obligación financiera que hay que saldar y tiene las mismas repercusiones en el ámbito valoración crediticia en los burós de crédito.
A todo esto, dentro de los requerimientos se le pide a quien estudia que cierto nivel en términos de índice académico a razón de que estos el dinero para estos créditos suelen ser provistos por personas, empresas e instituciones que demandan que sean otorgados a quienes realmente lo necesitan y que tienen la capacidad de mantener buen índice académico.
Por lo que, es necesario establecer un análisis en donde se tomen en cuenta los siguientes factores:
- Tasa
- Monto
- Tiempo
- Capacidad de Pago
- Estrategias para solventar el préstamo luego de terminar la carrera
Cada uno de estos aspectos va vinculado a cómo llevar con éxito el tema de crédito educativo y la forma en que este no se torne en un dolor de cabeza sino como un catalítico que potencie el desarrollo de la persona que accede a él.
En ese sentido, si esta entrada sobre crédito educativo le ha sido de utilidad le invitamos a que la comentar y compartir. Los aportes y opinión son de gran importancia y enriquecen el debate en esta comunidad.
[1] Definición de Créditos Educativos Consultado 17/07/15
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