PRÉSTAMOS PERSONALES ¿BUENA O MALA IDEA?
Los préstamos personales están enfocados al consumo, y la clave para determinar si son buenas o malas es la planificación.
Los préstamos personales representan uno de los principales productos comerciales de las entidades bancarias. Es común ver anuncios publicitarios de este tipo de préstamos a través de los diferentes medios (Televisión, radio, internet, correo regular, correo electrónico, etc),
De hecho, algunas franquicias de cine han adoptado, dentro de su parrilla programática, la colocación de este tipo de publicidad ante lo inminente de un público cautivo en una sala de proyección.
En otras palabras, los préstamos personales están a la orden de día, y cada vez más se forman empresas que flexibilizan este tipo de instrumento financiero de deuda llegando al punto de ofrecerlos con pocas o ninguna garantía por parte del cliente, y con una aprobación en tiempo récord (menos de 24hrs).
Sin embargo, una de las preguntas que suelen hacerme mis cliente es si es buena o mala idea asumir préstamos personales. Ya que estos, ante las diferentes realidades del consumo, real e inducido, tienden a ponderar la posibilidad de adquirirlos.
En ese sentido, voy a hablar sobre si los préstamos personales son una buena o mala idea. De manera que puedas evaluar tus opciones, realidades y capacidades; y entonces tomar una decisión
Entendiendo el propósito de los préstamos personales
Una vez alguien me hizo ver que si entendemos el origen y propósito de las cosas, podremos tomar mejores decisiones, tanto en las finanzas como en otros aspectos de la vida.
En este caso al hablar de los préstamos personales, es muy probable que se una “información sobreentendida” para ti, ya que quizás ya sabes qué son, y cómo funcionan, etc. Sin embargo, son pocas las personas que entienden o interiorizan el propósito de este tipo de endeudamiento personal.
En otras palabras, al no ver el propósito o fin del préstamo personal, pueden entrar al mundo de la cualquerización de este tipo de deuda, y por ende, tener un mal desempeño en las finanzas personales.
En ese sentido, para entenderlos primero tenemos que conocer el propósito de estos. Que se resume en: Consumo.
Y esto es clave, porque al decir que su propósito es consumo, estoy diciendo que para lo que se toma un préstamo, de manera general, es para cosas no productivas. Por ejemplo, en Estados Unidos la composición de los préstamos personales en los millenials se desglosa con: 41% en préstamos estudiantiles; 41% préstamos de consumo o 39% en tarjetas de crédito[1]
Esto es solo en una porción de la población y, aunque el préstamo estudiantil se pudiera ver como algo productivo, es a largo plazo y sobre la base de que ese joven logre un empleo que le permita pagar este préstamo personal.
Todo esto es para que veas que los préstamos personales no son un juego, y que son el segundo instrumento de deuda más costoso del mercado formal. Es decir, cuando un préstamo para una vivienda está entre un 11% y 15%, un personal ronda entre 22% y 25%, lo que significa que prácticamente duplica la tasa de una vivienda.
Claro está, esto responde a otras variables como tiempo, garantías y demás, pero no es menos cierto que es uno de los tipos de deudas de mayor incidencia en la población y de más costos para el sistema financiero formal.
¿Cómo saber si los préstamos personales son una buena o mala idea?
Ya habiendo visto el propósito de los préstamos personales, el consumo, la pregunta que surge es cuándo o cómo saber si es una buena o mala idea tomarlos. Y la respuesta a esto es: Depende.
Aunque es una respuesta ambivalente, la verdad es, literalmente, que todo depende. Porque cada realidad en las finanzas personales es diferente. No es lo mismo una persona que tiene hijos a otra que no, o bien alguien que trabaja con un sueldo de ejecutivo a otra que no.
Por lo tanto, ser tajante en ese sentido, no es algo prudente ni lógico, porque fácilmente se puede errar.
Sin embargo, de acuerdo a los expertos, los préstamos o las deudas son buenas o malas en función de si son o no productivas.
En otras palabras, los préstamo comerciales son buenos y los de consumo malos. Porque los primeros se “autopagan” con el resultado de la producción; mientras que los segundos no. Hay que buscar un dinero extra o bien reenfocar el que ya se tiene para saldar la deuda.
En ese sentido, aunque estoy de acuerdo con el tema de la productividad, entiendo que los préstamos personales son buenos o malos en función de la planificación. Y esta se resume a responder una pregunta: ¿Tengo los recursos?
Si la respuesta a esta pregunta es positiva, y planificas tu endeudamiento, entonces es una buena idea. Porque te estás anticipando a los posibles escenarios adversos de deuda, creando una alternativa o respuesta.
Eso no significa que todo será color de rosa. Las eventualidades le pasan a cualquiera. Lo que sí es seguro es que vas a estar mejor preparado(a) para enfrentarlas en caso de que se presenten.
Conclusión
Los préstamos personales están enfocados al consumo, y buscan que adquieras cosas que no necesariamente son productivas. Por lo tanto, tomar la decisión de tomarlos debe ser sobre la base de un análisis de tu realidad financiera y la capacidad que tengas de saldar esta nueva deuda.
Para esto tienes que responder la siguiente pregunta: “¿Tengo los recursos?” Si respondes de manera afirmativa a esa pregunta entonces es una buena idea. De lo contrario, debes ponderar otras alternativas o bien ajustar tu realidad financiera.
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[1] Artículo 80% de los americanos están en deuda (80 percent of Americans are in debt) Consultado 08/23/17
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