REINVENTARSE: UN ALTO COSTO QUE PUEDE VALER LA PENA
Reinventarse es algo viable y factible, e implica reajustes que deben ser ponderados en el contexto de las finanzas para éxito del emprendimiento.
Reinventarse es uno de los términos que se ha acuñado en esta era de la tecnología y el conocimiento. Redireccionar aquello que originalmente se inició hacia una actividad o bien hacia una forma distinta de hacer las cosas es, sin lugar a dudas, todo un reto que va de la mano con la gestión financiera. Ya que las finanzas forman parte del eje que transversa las diferentes dinámicas de las personas y empresas en estos tiempos.
Sin embargo reinvertarse no es algo sencillo. Implica una serie de cambios en la manera de pensar y hacer las cosas, y esto, por lo general, sugiere un alto costo; y es por esta razón que nos interesa tratar el tema de la reinvención y cómo esto pudiera ser un salto que valga la pena.
¿Qué es reinventarse?
Reinventarse es, en términos prácticos, hacer una análisis de la realidad actual, ponderando los diferentes factores que inciden en ella, para darle un nuevo sentido o forma a lo que ya se ésta haciendo.
Existen distintos tipos y niveles de reinvenciones. Estas van desde lo existencial hasta lo práctico, desde un aspecto en particular hasta lo integral, en donde se toque cada fibra de relevancia dentro del contexto de la realidad. De hecho, este concepto se ha aplicado a grandes organizaciones que buscan reencausar los destinos de la misma.
¿Qué implica reinventarse en término de las finanzas?
Ahora, en todo esto, lo que permea la reinvención es la identificación de oportunidades que permitan el desarrollo tanto individual como empresarial a través del cambio y, al llevarlo al plano de las finanzas, esto puede significar readecuar toda la estructura financiera para que se acople a aquello que se está persiguiendo en este nuevo rumbo.
Es ahí en donde esto puede implicar un alto costo. Porque no todas las estructuras económicas (individuales o corporativas) son lo suficientemente flexibles o tienen la capacidad necesaria para soportar el proceso natural de cambio, para adaptarse al ritmo, que por lo general es acelerado, de aquello que se está buscando alcanzar.
Es por esta razón que nos interesa aportar algunas pautas que se puedan implementar durante el proceso de planificación.
Pauta No. 1: Identifique puntos sensibles en su estructura financiera
La primera pauta que hay que tomar en cuenta a la hora de reinventarse es que es un proceso y que esto sugiere cambios y reajustes, por lo tanto, lo primero que una persona o empresa debe percatarse es de cuáles son esos puntos sensibles en su estructura financiera; esto es aquellas obligaciones y compromisos financieros que no puede eludir.
De manera que cuando haga las proyecciones económicas tenga como base dichas áreas sensibles y pueda tener un punto de partida de los ingresos necesarios para la sostenibilidad dentro del proyecto de reinvención.
Para esto la herramienta por excelencia es el presupuesto. Porque en ella se contemplan cuáles son las diferentes partidas que maneja el flujo de efectivo y al mismo tiempo, le permite a la persona o empresa escenificar cuál sería el posible impacto que puede tener reinventarse de la manera en la que lo está haciendo.
Pauta No. 2: Cree un fondo de contingencia
La segunda pauta es crear fondos de contingencia, y ésta responde a la primera pauta; a razón de que se va a alimentar de los puntos sensibles de la estructura financiera existente.
El fondo de contingencia es el respaldo durante el proceso de adaptación de la nueva realidad. Es muy probable que en ese período de tiempo se presenten retos económicos importantes, en donde quizás las cosas se pongan difíciles. Y es por esta razón que crear este tipo de fondos es una de las decisiones más importantes y determinantes en todo el proceso.
Tomando en consideración lo anterior, y siempre dentro del marco de lo posible, la sugerencia es hacer acopios de las partidas sensibles que cubran un período de 6 meses a 1 año. Y aunque pueda parecer toda una hazaña hacerlo, sin duda alguna es una de las medidas y movidas más inteligentes que empresa o persona pueda hacer y lograr en este proceso.
A todo esto, hacerlo por períodos menores no significa que se está haciendo de manera incorrecta; sino que implicará un mayor esfuerzo y empeño por parte de quien emprende esta acción y por ende incrementa el nivel de riesgo.
Pauta No. 3: Apéguese a su plan
La idea de reinventarse tiene una razón de ser y un objetivo a alcanzar, por lo tanto, es determinante que la persona o empresa se apegue fielmente al plan que ha elaborado.
Desvincularse a aquello que se planeó es uno de los elementos de mayor peso en la cuota de fracaso de estos emprendimientos, ya que no apegarse a la planificación es dar paso a la improvisación, que si no resulta, entonces se vuelve en una acción usualmente costosa.
Por lo tanto, apegarse al plan puede representar la diferencia entre el éxito o el fracaso de todo el proceso de reinvención.
Conclusión
Reinventarse es una opción viable y factible para personas y empresas. En ella se pueden reencausar destinos y propósitos para el crecimiento y desarrollo. Sin embargo, llevarlo a cabo implica una serie de reajustes que deben ser ponderados en el contexto de las finanzas para sentar las bases del éxito de dicho emprendimiento.
En ese sentido, existen tres pautas claves para que el aspecto financiero propicie la sostenibilidad económica: Identificar los puntos sensibles dentro de la estructura financiera, crear fondos de contingencia para solventar las bajas durante el proceso y apegarse a la planificación evitando la improvisación que incrementa el riesgo y los costos vinculados a la reinvención.
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