COMPROMETER EL DINERO FUTURO ¿BUENA O MALA IDEA?
Comprometer el dinero futuro es una mala idea cuando carece de planificación. Si se planifica y se crean fondos entonces puede ser parte de la estrategia.
Comprometer el dinero futuro es una de las prácticas usuales en las personas, principalmente en aquellas con empleo.
Por lo general en las empresas hay una serie de dineros extras representados en bonos, incentivos, o regalías pascuales, los cuales son puntuales durante el transcurso del año, y la persona, sobre la base de dicha puntualidad, hace arreglos y se compromete contando con ese monto futuro.
Sin embargo, esta práctica es un tanto delicada, a razón de que no siempre se hace sobre la base de una planificación o análisis objetivos. Por lo general, son razonamientos mentales rápidos que en algún momento pueden no ser asertivos.
En ese sentido, nos interesa tratar el tema de si es buena o mala idea comprometer el dinero futuro. Y la manera de hacerlo de forma efectiva, tomando en consideración la estabilidad del flujo de dinero.
¿Es buena idea o mala ideal comprometer el dinero futuro?
Que sea buena o mala idea va a depender de dos elementos claves: Planificación financiera y fondo de contingencias. Porque en ellos se contemplan, tanto lo que se va a hacer con ese ingreso y qué hacer si por alguna razón ese dinero o no llega, o bien se presenta alguna situación fuera de lo común.
Es importante resaltar que los dineros futuros, dentro del contexto de los empleos, tiene un cierto grado de seguridad, que le permite a la persona tener un menor nivel de riesgo, ya que por lo general son puntuales y se tiene una idea de cuánto será.
En ese sentido, la clave estará en cómo ajustar el objetivo financiero que se tenga a la capacidad del ingreso ordinario, respecto del potencial ingreso extra. Y, al mismo tiempo, crear espacios para los fondos de contingencia. Es decir, propiciar excedentes dentro del marco de lo posible.
Esto se explica de la siguiente manera:
Si el plan es adquirir una vivienda, que por lo general implica tomar un préstamo hipotecario de un monto alto y de al menos 15 años, la persona no debe pensar en que el pago de la cuota mensual esté sujeto al dinero extra que entrará en el futuro; sino, partiendo de su ingreso ordinario o regular; y que el dinero extra sirva como parte de la estrategia como pagos extraordinarios al capital.
En otras palabras, el dinero futuro debe formar parte de la estrategia que ayude a lograr la meta; no la parte operativa de la misma, es decir, la consecución del objetivo no debe depender del ingreso extra, sino, del ordinario. De manera que se pueda reducir el nivel de riesgo de la acción de consumo, sobre la base de una mayor seguridad.
Conclusión
Comprometer un dinero futuro para que sustente un consumo puede ser una mala idea cuando se hace a la ligera. Sin embargo si se logra establecer una planificación financiera que contemple diferentes escenarios y la respuesta a cada uno de ellos; y se crean fondos de contingencia que soporte las eventualidades, entonces comprometerlo se torna en una buena idea.
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