Dentro de la gestión financiera personal es determinante que el flujo de efectivo esté normalizado. Ya que de él depende que el comportamiento financiero muestre estabilidad, y que esto repercuta de manera positiva en la forma en que se administran los recursos económicos.

Es por esta razón que queremos tratar el tema de cómo lograr normalizar el flujo de efectivo personal, con el fin de brindar alternativas viables que permitan crear un estado de estabilidad financiera.

¿Qué es el flujo de efectivo?

El flujo de efectivo es un parámetro de tipo contable que ofrece información en relación a los movimientos que se han realizado en un determinado periodo de dinero o cualquiera de sus equivalentes.[1] En otras palabras es la manera en que se desarrolla la gestión del dinero durante un período determinado.

Ahora ¿Que significa normalizar el flujo de efectivo? Esto quiere decir que existe un balance en la manera en que entra y sale el dinero que permite, a quien lo está gestionando, solventar las diferentes obligaciones y compromisos financieros de manera óptima y eficiente. En ese sentido, su normalización o estabilidad, está sujeta a cómo se están tomando las decisiones en relación a los recursos propios. Es decir, cuál es el rumbo o destino que se le está dando al dinero.

Esto porque, la inestabilidad financiera es producto de un desequilibrio entre las entradas y las salidas de dinero. Es decir, las erogaciones superan los ingresos. Por lo tanto, para lograr el objetivo de normalizar el flujo de efectivo, el énfasis debe residir en ajustar el consumo al ritmo o flujo del ingreso, y que esto represente un giro a favor de la gestión financiera.

¿Cómo normalizar el flujo de efectivo personal?

Tomando esto en consideración la pregunta que surge es: ¿Cómo lograr normalizar el flujo de efectivo? La respuesta a ella se resume en tres etapas básicas.

Para ello es necesario, en primer lugar, identificar cuáles el ritmo o flujo de efectivo actual. Y que esto muestre una panorámica de cuál es el comportamiento del dinero. Esto se logra diseñando una línea de tiempo de las entradas y salidas de dinero. En donde se pueda visualizar los diferentes momentos en que se tienen ingresos y egresos.

Luego de elaborar este esquema, se entra en la parte de priorización y ajustes. La cual permite identificar la relevancia de los diferentes egresos y dentro de ellos, cuáles es el mejor momento para ejecutarlos.

En otras palabras, la segunda etapa invita a la persona a escenificar las diferentes realidades posibles, discriminando cuáles son aquellas que tiene un impacto positivo en la gestión del dinero; cómo replicarlas, y qué aspectos hay que modificar para que encaje dentro de un flujo saludable de los recursos económicos.

Por último está la etapa de ejecución de las acciones. En ella se agrupan todas las medidas que se van a implementar para reencausar los destinos del dinero que se gestiona. Esto significa hacer cambios en la conducta de consumo. Tomando en cuenta que en esencia, un cambio de conducta es un cambio de mentalidad. En donde la persona se enfoca a la creación de valor en el manejo del recurso económico al cual tiene acceso.

Por lo tanto, el proceso de normalización del flujo de efectivo tendrá como objetivo crear estabilidad en la gestión financiera. Enfocándose en el aspecto primordial: La ejecución efectiva de los momentos y razones del consumo. Los cuales permitirán que se puedan solventar los diferentes compromisos y obligaciones adquiridas.

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[1] Definición El Flujo de efectivo Consultado 13-04-15