SISTEMA DE AHORROS SAN: RESPONDIENDO PREGUNTAS
El San es un sistema de ahorros que permite a las personas generar dos elementos importantes para construir el ahorro sostenible: Disciplina y consistencia
Uno de los posts que con frecuencia genera comentarios, preguntas y correos electrónicos es San: Un Sistema de Capitalización y Ahorro Fácil. Esto a razón de que es un sistema poco común en países distintos de la República Dominicana, mi lugar de nacimiento.
Es por esto que en Finanzas & Proyectos decidí escribir respondiendo las interrogantes más comunes, con la intención de aclarar las dudas y al mismo tiempo incentivar este tipo de sistemas que bien pudieran ser de mucha utilidad para la generación de valor en tus finanzas personales.
Entendido la dinámica del SAN
El SAN es un sistema de ahorros comunitario, en donde un grupo de personas acuerdan comprometerse a aportar cierto número de cuotas dentro de un margen de tiempo determinado. En este proceso, se le asigna, ya sea por sorteo o por “compra”, una fecha en donde cada participante recibe el total de las cuotas que el resto de la comunidad ha aportado. (Puedes ver más detalles del funcionamiento del SAN accediendo a la entrada San: Un Sistema de Capitalización y Ahorro Fácil)
Esto último suele generar cierto nivel de incertidumbre en primera instancia ya que, se pudiera confundir con una estafa o esquema piramidal. En donde, de manera resumida, se recicla el dinero sobre la base del engaño y el reclutamiento de “nuevos inversores”, con la particularidad de que este tipo de esquema tiene como final seguro, el colapso y la pérdida de lo “invertido”.
El SAN no es eso. No es un esquema piramidal, es un sistema de ahorro y capitalización, que se basa en la confianza de quienes participan y que promueve la colaboración, el compromiso, y lo más importante la disciplina para ahorrar de quienes participan dentro del marco de una comunidad.
¿Cuál es el objetivo del SAN?
Esta dinámica de ahorro funciona sobre la base de dos ejes: Confianza y disciplina. Esto es clave dentro del contexto tanto de la organización como de la participación de un SAN. Ya que no todos los ahorros son iguales. Hay ahorros que están destinados a la compra de bienes o servicios, otros a la inversión y otros son sistemas de ahorro para el retiro. El SAN de manera puntual busca facilitar un dinero “prestado” sin tener que pagar intereses, y que se pueda devolver en cómodas cuotas fijas.
Por lo tanto, el SAN como sistema de ahorros no está intencionado para, por ejemplo, comprar una casa, o un vehículo, sino para asuntos puntuales que tengamos que resolver y necesitamos no “endeudarnos” de manera formal. La razón de poner “endeudarnos” entre comillas es porque, aunque es un compromiso, no coincide con el concepto de deuda que implica el pago de intereses, y otros tantos elementos relevantes a las deudas. Sin embargo, en el SAN se asume un compromiso de aportar las cuotas, en las fechas específicas para entonces que la dinámica pueda ser exitosa.
¿Cuáles son los aspectos legales de SAN?
El SAN es un sistema de ahorros básicamente doméstico. Aunque existen acuerdos con las instituciones bancarias que no necesariamente se les llaman SAN, pero que implica una dinámica similar de acuerdos de cuotas con la prerrogativa de recibir ciertos beneficios antes, durante o después de lograrse la meta. Pero de manera tácita, el SAN es un sistema de ahorros dentro de un contexto de amistades o familiares.
En ese sentido, el aspecto legal del mismo dependerá del tipo de acuerdo que lleguen los participantes. En toda actividad de intercambio humano, la legalidad siempre tendrá cabida. Pero este tipo de acuerdos no tienen ribetes de “formalidad legal” sino que suele basarse, como dije anteriormente, en la confianza y la disciplina que se traduce en la continuidad y sostenimiento del sistema como tal.
¿Qué hacer ante situaciones adversas dentro del sistema?
La respuesta a esta pregunta está vinculada a la anterior ya que el aspecto legal, por antonomasia, prevé la realidad del conflicto o la adversidad dentro de cualquier dinámica humana. En ese sentido, y dentro del marco del sistema de ahorro como tal, la principal adversidad es la falta en el aporte de la cuota o bien la salida de alguna de las personas que participan en el SAN.
Partiendo de que las adversidades son una realidad que se pueden presentar, la respuesta a ellas estará muy relacionada con el tipo de comunidad que se formó. En otras palabras, en la medida en que existan ciertos niveles de confianza y compromiso entre las partes, excepto por una situación de fuerza mayor, no deberían presentarse mayores dificultades.
Pero el hecho de que existan riesgos del tipo mencionado anteriormente (falta en aporte o salida de un participante) entonces es prudente hacer las previsiones de lugar. Para esto están los acuerdos entre quienes participan, en donde se plantean estos escenarios en particular y se le busca respuesta a los mismos. No obstante, cuando pasan cosas como estas es responsabilidad de quien organiza el SAN de responder antes estas posibles adversidades.
¿Cómo diferenciar un SAN de una estafa financiera?
Partiendo de la pregunta anterior, de manera natural surge la siguiente interrogante, cómo diferenciar un SAN de una estafa financiera o esquema piramidal. Para esto lo primero que tenemos que tener en cuenta es el contexto sobre el cual se desarrolla el SAN, que es uno cerrado y sostenido por el pilar de la confianza.
En otras palabras, entrar en un SAN con desconocidos es un grave error. El SAN es algo íntimo entre personas que se conocen y tienen confianza. Que están al tanto de la responsabilidad y el nivel de compromiso que tiene cada participante dentro del contexto de sistema.
En segundo lugar, lo que se promueve con el SAN es el ahorro y la capitalización sin el cargo por intereses. No es el enriquecimiento de alguna de las partes. De hecho, aunque algunos organizadores pudieran cobrar alguna cuota de entrada, por lo general es para cubrir algún tipo de situación adversa y tener con qué responder a quienes participan.
En ese sentido, la estafa financiera o esquema piramidal, a diferencia del SAN, es algo que implica el lucro de una o varias partes, es un sistema abierto, el dinero se recicla a través del reclutamiento, y la falsa promesa de ganar dinero fácil.
Pautas para participar y organizar un SAN
Partiendo de lo que hay he expuesto en este post. Quiero compartir algunas pautas para quienes deseen participar como organizar un sistema de ahorro y capitalización SAN. De manera que tengas las herramientas prácticas necesarias para tomar una decisión financiera inteligente.
Es importante resaltar que estas pautas son generales y que debes ajustarlas a tu realidad personal en función de qué tienes entre manos. Cada una de ellas te brinda la oportunidad de desarrollar tus estrategias de gestión financiera de una manera más efectiva y eficiente dentro del contexto de tu manejo financiero.
No obstante, sí es importante que las tomes en cuenta, de manera que puedas tomar una decisión informada y basada en un criterio que te permita escoger el sendero más adecuado para el destino de tus finanzas personales.
Participantes
Pauta para participar 1: Participa solo de comunidades que conozcas
Repito una vez más, este sistema de ahorros se basa en la confianza entre quienes participan. Participar de comunidades desconocidas no es una movida inteligente, al menos la primera vez que lo haces.
Parte importante del contexto de las finanzas es manejar los riesgos sobre la base de las capacidades que se tienen para solventarlos. En otras palabras, en la medida que estés consciente de lo que puedes perder, estas dispuesto a hacerlo, y no te impacta de manera negativa en tus finanzas personales, entonces tus riesgos son controlados y adecuados.
De lo contrario, estas tomando una decisión en la cual no estás midiendo el alcance que puede tener esta decisión financiera en tu dinero. Por lo tanto, la invitación es a que participes en comunidades que ya conozcas.
Pauta para participar 2: Identifica el monto o cuota adecuado
Uno de los elementos que menos se toma en cuenta a la hora de asumir un compromiso financiero es determinar la capacidad para responder al mismo. El caso de SAN no escapa a esta realidad. Es por esto que tienes que identificar un monto o cuota que sea adecuado. Esto quiere decir que al asumir este compromiso tu balance financiero no se vea trastocado.
Para esto tienes que hacer dos escenarios presupuestarios, el primero con tu realidad financiera actual y el segundo con la nueva realidad de la cuota. Si haces este ejercicio, y notas que tienes un balance a favor o positivo al final de esta relación, entonces estas en capacidad de asumir el compromiso.
De lo contrario, tendrás dos opciones, bien pudieras no entrar a este ciclo del SAN o ajustar tus gastos de manera que tengas un balance a favor al final del ejercicio con la cuota del SAN. Aunque en esto último, mi sugerencia es que identifiques si realmente vale la pena que hagas ajustes en los gastos en este momento.
Organizadores
Pauta para Organizar 1: Se prudente a la hora de permitir participantes
Aunque es cierto que llevar este tipo de dinámicas, en ciertos casos, te puede generar beneficios mínimos, no es menos cierto que manejas unos niveles de riesgo importante ante la realidad de la falta de quienes participan.
En ese sentido, tienes que ser prudente a la hora de permitir tal o cual participante, asegurándote de que esta persona está en la capacidad de participar en el sistema de ahorro y capitalización SAN. No te lleves de las emociones, estas son volátiles y pueden crear situaciones que no deseas. Sé prudente y evítate alguna situación futura diciendo “no” ahora que tratar de enmendar algo más difícil y doloroso en el futuro.
Esto lo puedes llevar a cabo, iniciándote con familiares o amigos bien cercanos. Es cierto que también pueden fallar, pero al mismo tiempo, te proveen de confianza, y pueden darte la experiencia que necesitas para el buen desarrollo del SAN.
Pauta para Organizar 2: Ten un fondo de contingencia
En esencia, como líder de una comunidad SAN, el tema más delicado es el de la falta de uno de los participantes. Eso hace que tengas que prever tal situación. En ese sentido, si decides organizar un SAN, entonces tienes que tener un fondo de contingencia para responder en caso de alguna situación que se presente.
Este fondo debe cubrir al menos el 30% de las cuotas. Con este porcentaje tienes la capacidad de dar respuesta a situaciones particulares que se puedan presentar. Claro, esto es solo una medida de precaución. Te recuerdo que estos casos de falta son la excepción no la norma. Por ende, si logras hacer un buen filtro de los participantes no tienes que romperte la cabeza, ni perder el sueño con eso.
Sin embargo, es algo prudente que tengas este fondo, para entonces responder ante situaciones inesperadas que se puedan presentar.
Pauta para Organizar 3: Crea un sistema de penalidades
Por último, tienes que crear un sistema de penalidades ante las faltas. Ya que, dentro del marco de las posibilidades, tienes que protegerte a ti y al resto de la comunidad que descansa en ti organizador.
En ese sentido, toma en consideración el tipo de comunidad que estás formando y sus capacidades, de manera que elabores un sistema de penalizaciones que vaya acorde a la realidad del grupo. Y que sea de mutuo acuerdo entre los participantes.
No pierdas de vista que esto es un sistema comunitario de ahorro y capitalización. No es una monarquía o un cuarte policial. Es un sistema de colaboración en donde los participantes se apoyan mutuamente en esta estructura.
Conclusión
El San como un sistema de ahorros permite a las personas que participan generar dos elementos importantes para la construcción de un ahorro sostenible: Disciplina y consistencia. Es a través de estos factores que se forja una cultura del ahorro efectiva. Pero, al mismo tiempo, el SAN implica riesgos, que vienen de la mano de la falibilidad humana.
Por otro lado, este tipo de dinámicas comunitarias no son un esquema piramidal, ya que no reciclan el dinero, ni aluden o se sostienen en el reclutamiento de nuevos capitales. Por el contrario, este sistema es cerrado y solo participan quien forman parte de la comunidad, con la intención de acceder a recursos libres de costo por intereses.
De manera que es vital que tanto quienes participan y quienes organizan se manejen sobre la base de la confianza que viene de la mano de la transparencia entre las partes. En la medida en que todo este claro, entonces las cosas irán por buen camino. Por lo que, si esta entrada aclaratoria sobre el sistema de ahorros SAN te ha sido de utilidad, te invito a que comentes y compartas tanto en el formulario más abajo como en tus redes sociales y correo electrónico. Y deseas profundizar en temas relacionados al ahorro, adquiere el libro Cómo Administrar tu Dinero haciendo clic en el siguiente enlace o en la imagen más abajo.
Que pasa o que puedo hacer si la persona que organizó el sam no me lo quiere pagar
Buenas Carlos
Gracias por establecer contacto, cuando este tipo de situaciones sucede es muy lamentable. No deberían suceder. Sin embargo suceden. En ese sentido, el grupo debe llamar a cuentas al líder de manera que puedan llegar a un acuerdo que subsane la situación.