La música combina, de forma armoniosa, los sonidos y el tiempo. Sobre la base del compás, que no es más que el ritmo de dicha armonía. Este marca la pauta; sirviendo como punto de referencia que define y unifica el criterio de la pieza musical en cuanto a la velocidad que debe llevar.

Si una persona ejecuta las notas e interpreta un compás distinto al  planteado, crea ruido. Por lo que es determinante, para el éxito de la pieza, que los instrumentos se coordinen al ritmo del proyecto musical.

De igual forma el dinero tiene un compás. Lleva una cadencia a la cual las personas deben ajustarse. Porque diferir de este tiene como consecuencia un ruido económico que con frecuencia terminan siendo muy costosos.

Entendiendo el compás del dinero

La pregunta que surge es: ¿Cómo se obtiene interpretar de manera correcta el compás del dinero?

Para entender el compás del dinero es necesario hacer un análisis en el cual se visualice el comportamiento de ingreso y consumo, en otras palabras, determinar el flujo de efectivo. Con el fin de que se puedan identificar los puntos críticos en donde la persona se divorcia de su ritmo natural del dinero.

Estrategia para el compás del dinero

Una de las estrategias que se utiliza para tener esta panorámica es a través de una línea de tiempo; en donde se grafica un período determinado (semana, quincena, mes, etc) ubicando los ingresos en la parte superior y los egresos o consumos, fijos como variables, en la parte inferior. Adjunto de las distintas fechas del período seleccionado. Haciendo las operaciones aritméticas de suma y resta en función de cómo las entradas cubren las salidas.

A través de esta herramienta se puede identificar cómo se comporta el dinero y en qué etapa del proceso es necesario hacer ajustes  relativos a mejoría y estabilidad financiera. En el caso del ejemplo gráfico, la persona presenta un balance negativo al final del mes, por lo que, se hace necesario hacer provisión para solventar los consumos, o bien, determinar si dichos gastos están sobre la base de una planificación adecuada.

El objetivo de esto es que se logre entrar al compás por el cual se conduce su dinero. Evitando caer en estados de insolvencia por no reconocer cuál es el ritmo económico personal. Cada acción correctiva implica una serie de cambios que van a llevar a la persona a una reflexión en cuanto a la manera de manejar sus recursos; invitando así a la racionalización y gestión efectiva. Con el fin de crear estabilidad financiera.