Invertir es una decisión que viene a razón del deseo o la necesidad de obtener beneficios. Esta inquietud hace que las personas busquen alternativas que suplan dichas intenciones. En ese sentido, existen varias alternativas para lograr dicho cometido como emprender un negocio, La Bolsa de Valores, entre otras. Sin embargo, dentro del mercado financiero también está la posibilidad adquirir un certificado de depósito como una opción de inversión.

El certificado financiero

Las inversiones, entre ellas el certificado de depósito, tienen tres elementos básicos que se toman en cuenta a la hora de hacer una capitalización: 1- Rentabilidad, 2- Tiempo y 3-Riesgo. La combinación óptima de ellos logra la inversión ideal. No obstante, el peso que cada uno tiene, dentro de la toma de decisión de inversión, es distinto. Porque, más allá del beneficio que se pueda obtener, hay que tomar en cuenta el nivel de riesgo que se está asumiendo. De hecho, lo que define, en gran parte, el perfil de inversión es la tolerancia al riesgo que se tenga. Ya que en la medida en que haya una mayor tolerancia se espera una mayor rentabilidad, pero eso implica que, de igual manera, se incrementen las posibilidades de un resultado adverso.

Es por esta razón que cada portafolio de inversión debe responder al interés de quien o quienes capitalizan un proyecto determinado. Enfocado al perfil de inversión que cada persona o grupo de ellas tenga. En ese tenor, el certificado de depósito se enmarca dentro de las opciones de inversión que va dirigida a perfiles conservadores que buscan estabilidad y consistencia en el tiempo teniendo un menor riesgo, por lo tanto, implica una menor rentabilidad.

El certificado de depósito le permite tener una idea exacta de qué esperar, a razón de que no suelen implicar variación en las tasa de interés y tienden a ser estables dentro del mercado financiero. El certificado de depósito funge como un préstamo a la institución financiera por un período que normalmente es, mensual, trimestral, semestral y anual. Es común la práctica de que en la medida en que se acuerde un mayor tiempo, la tasa de interés sea mayor. Aunque esto no siempre se da de esta manera. Ya que cada institución financiera establece sus criterios y políticas para la emisión del certificado de depósito.

El certificado financiero: Instrumento de inversión

El certificado de depósito como instrumento financiero tiene dos modalidades: Recapitalización y el pago de intereses a una cuenta. En el primero el certificado de depósito asume la ganancia de interés y lo adiciona al capital con el fin de engrosarlo, para que en el próximo ciclo de interés se calcule sobre la base del nuevo capital engrosado, representando un mayor beneficio cuántico. Mientras que la segunda opción toma los intereses generados por el certificado de depósito y los transfiere a una cuenta determinada por quien o quienes hicieron la apertura.

De igual manera, en el certificado de depósito, cada una de esas opciones tiene una intencionalidad y va dirigida a un tipo de perfil. Al abrir un certificado de depósito se recomienda, tener un propósito claro, es decir, definir si lo que se está buscando es engrosar las arcas o bien recibir y manejar los beneficios de los intereses. Este tipo de perspectiva estará sujeto a la etapa de vida de la persona o grupo de ellas que apertura el certificado de depósito.

Usualmente cuando se abre un certificado de depósito en etapas tempranas de vida, lo que se hace es enfocarlo a engrosar, es decir, recapitalizar los intereses; mientras que en etapas más avanzadas, la tendencia es a recibir los intereses para el manejo personal. En cualquiera de las dos opciones que se tome lo que debe primar es el propósito del certificado de depósito. De manera que se pueda optimizar el recurso invertido.

Es importante resaltar que dentro de los instrumentos financieros que existen en el mercado, el certificado de depósito es el que normalmente ofrece una menor rentabilidad, a razón del bajo nivel de riesgo y que el negocio de la institución en la cual se apertura el certificado de depósito, es el mismo dinero. Por lo tanto, la institución financiera debe captar el recurso dinero a un costo relativamente bajo, para entonces comercializarlo en préstamos a tasas de interés más alta, y obtener beneficios de ella.

En resumidas cuentas, el certificado de depósito es una opción de inversión para quienes busquen hacer inversiones cautelares o conservadoras; sabiendo que les presentan un bajo nivel, tanto de riesgo como de rentabilidad, respecto de las demás opciones de inversión que existen en el mercado.