¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE INTERÉS SIMPLE Y COMPUESTO?

Identificar el tipo de interés simple y compuesto en una inversión es uno de los pasos más importantes a la hora de poner a producir tu dinero

Identificar el tipo de interés simple y compuesto en una inversión es uno de los pasos más importantes a la hora de poner a producir tu dinero

Interés simple y compuesto

Una de las áreas de las finanzas que más me llama la atención es el tema de las inversiones. Es un mundo fascinante, y dentro de este lo relacionado al interés simple y compuesto. Es decir, la manera en que interactúan las inversiones el valor del dinero en el tiempo. Y es por esto que en Finanzas & Proyectos, te muestro cuáles son estas diferencias y la manera en las puedes incorporar en tu gestión financiera.

¿Qué es la tasa de interés?

Antes de entrar en materia, y aunque ya he publicado una entrada de blog en donde respondo a la pregunta ¿Qué es la tasa de interés?, quiero dar una breve explicación de ella. Ya que es posible que solo se vea como una carga (en el caso de los préstamos) o como algo que se gana (en el caso de las inversiones).

Lo cierto es que la tasa de interés representa el valor del dinero en el tiempo. Y esto responde a la devaluación natural del dinero. ¿Qué quiere decir esto? Que antes comprabas más cosas con la misma cantidad de dinero. Es decir, con los $10 de hace 8 años podías adquirir más cosas que con los $10 de ahora.

En ese sentido, se creó el interés, que trata de compensar esa pérdida de valor en el tiempo, para que el dinero que se tiene disponible no pierda la capacidad. Es decir, que esos $10 de hace 8 años se conviertan en $12 hoy, y que se puedan adquirir las mismas cosas.

Interés simple y compuesto ¿Con qué se come eso?

Recuerdo vívidamente la primera vez que escuche sobre el interés simple y compuesto en la universidad. Fue en la materia matemáticas financieras, y en ella, el profesor explicaba la parte mecánica de las finanzas, más específicamente, en el área de las inversiones como de las deudas.

Interés simple y compuesto

Para mí todo era lo mismo, hasta que el profesor toma la tiza y empieza a explicarlo todo en aquella pizarra negra. Al principio no entendí mucho, solo me llevé la idea de que con uno de los dos se ganaba más dinero que el otro; y, literalmente, le pregunté: ¿Profesor, con qué se come eso?

Y la manera sabia en que me lo explicó fue la siguiente: “Mi hijo, eso se come con beneficios y tiempo”. Claro que luego fue más detallado con su explicación, pero solamente con esa frase, todo cobro sentido. Ya que al final del día, el interés simple y compuesto se reduce a los resultados que se obtienen en un período determinado; y la manera en que estos te permiten tomar una decisión.

En otras palabras, para entenderlo tienes que partir de la dinámica natural del dinero, que se resume en movimiento. Tener una cantidad de dinero, cualquiera que sea, estática no produce. Por ende, se devalúa y carece de sentido. Es por esta razón que se hace necesario incorporarlo a la gestión financiera personal, ya que en la medida en que tengas el conocimiento de esto, entonces tendrás mejores resultados en tus inversiones.

¿Cuál es la diferencia?

Para hacerlo bien sencillo, la diferencia entre el interés simple y compuesto radica en la manera en que este interactúa con el capital. Parece que no fui muy simple con la explicación. Quizás la manera idónea de explicarlo es con un ejemplo.

Imagina que vas a un banco y quieres abrir un certificado de depósito. Al llegar al servicio al cliente te van a preguntar lo siguiente: “¿Quiere recibir los beneficios a una cuenta o reinvertirlos al capital?” y en esa pregunta se resume la diferencia entre ellos.

El interés simple responde a un evento, que se puede repetir, pero no se puede exponenciar. Mientras que el compuesto se recalcula sobre la base de un nuevo monto. Es decir, cada vez que generas un beneficio este se adiciona al capital y el interés se recalcula sobre el resultado de lo que ganaste más el capital invertido, y esta fórmula del interés se repite una y otra vez, mientras esté vigente el certificado de depósito.

¿Cómo sacarle ventaja a esto?

Partiendo de esto, una de las preguntas que pueden surgir es cómo sacarle ventaja, o cómo hacer una estrategia de inversión partiendo de estas dos alternativas; y todo esto va a depender de tu perfil de inversión. En otras palabras, ya sea a través de la capitalización de intereses o el cálculo de interés simple, se puede agregar valor a la gestión financiera personal, ya que cada uno responde a un tipo particular de estrategia.

Interés simple y compuesto

Y esto va de la siguiente manera, el interés simple tiene como intención suplir liquidez, mientras que la capitalización compuesta busca engrosar el dinero a través del tiempo. Lo que significa que el primero (simple) es para el corto plazo y el segundo (compuesto) para el largo plazo.

Esto te da una panorámica más acabada respecto de la manera en que puedes sacarle ventaja a tus inversiones. Ya que sabes que si lo que estás buscando es manejar dinero rápido, entonces tienes que elegir la opción del interés simple, mientras que si lo que buscas es acumular dinero para algo futuro, entonces el interés compuesto es tu mejor opción.

¿Cómo calcular el interés simple y compuesto?

Esto no es algo que por lo general me estén pidiendo, pero tengo la corazonada de que te pudiera interesar, ya que bien puedes, antes de hacer cualquier movimiento de inversión llevar a cabo el cálculo del interés simple y compuesto para determinar cuál te conviene más.

Para esto te puedes auxiliar de las hojas de cálculo electrónicas que te permiten, a través de las funciones llevar a cabo éste cálculo. Para esto puedes ver estos dos videos, los cuales contienen la manera en que puedes hacerlo sin mayores complicaciones.

Conclusión

Identificar el tipo de interés simple y compuesto en una inversión es uno de los pasos más importantes a la hora de poner a producir tu dinero. De ellos depende que tengas o no éxito en tu proceso de capitalización, y es por esto que entenderlos es de suma importancia.

Crédito Hipotecario

Su diferencia radica en la manera en que interactúan con el capital. Uno enfocado al corto plazo (simple) mientras que el otro al largo plazo (compuesto) por lo que si tienes que intenciones de invertir en instrumentos que te permitan tener estas opciones, entonces debes ponderar la opción que más te convenga conforme a lo que tienes en mente hacer.

Por lo tanto, si esta entrada te ha sido de utilidad, deja tu comentario en el formulario más abajo y comparte esta información a través de tus redes sociales y correo electrónico. Y si te interesa profundizar en el tema del interés simple y compuesto adquiere el libro Matemática para las decisiones financieras escrito por Manuel Chu siguiendo el link más abajo.

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