¿DEL NEGOCIO O MIO?… ESA ES LA CUESTION
Ante la disyuntiva del hacia dónde va el dinero del negocio. Es necesario establecer parámetros que definan la gestión del dinero del negocio y personal.
Uno de los problemas más comunes que veo en mi consulta es que el emprendedor(a) no define de manera clara cuándo el dinero va a la empresa y cuándo va a su bolsillo. De hecho, existen los que manejan todo, literalmente, desde sus bolsillos. Esto trae como consecuencia confusiones y desordenes financieros; que al pasar balance, es más probable que el resultado final sea negativo en vez de positivo. Derivando en estrés y ansiedad para quien dirige la empresa.
Recomendaciones para diferenciar el negocio de la persona
En ese sentido, lo recomendable es establecer límites claros entre lo que representa la empresa y lo personal. De manera que, tanto la empresa como la persona, puedan lograr los objetivos propuestos. Para esto hacemos las siguientes sugerencias:
- Establezca un salario fijo. Este monto no debe ser un número a la ligera, sino, sobre la base de un análisis objetivo de sus necesidades básicas. Es decir, presupueste sus gastos mensuales mínimos y, en la medida de la posibilidad, el negocio debe cubrirlos.
- Registre todas las transacciones. No deje nada a la memoria. Diligencie algún sistema de contabilidad que le sirva como punto de referencia a la hora de dividir los gastos personales de los del negocio.
- Auxiliese de un contador(a). No cometa el error de llevarlo todo usted mismo(a). El contador(a) es la persona que se encarga de llevar esos registros y organizarlos en estados financieros que luego usted utiliza para tomar decisiones.
- Evite los auto-préstamos. Es común que las personas justifiquen extraer dinero de las arcas del negocio a razón de una “oportunidad” u otro tipo de “necesidad”. Tenga en cuenta que las oportunidades siempre se repiten, sin embargo, el dinero no, y las “necesidades” no planificadas, en la mayoría de los casos, no lo son.
- Sea disciplinado(a). Si ha tomado la decisión de crear un negocio es con el fin de generar riqueza, y ésta no se logra, en la mayoría de los casos, de manera sencilla. Es un proceso de esfuerzo, trabajo, pero más que todo, de disciplina por parte de quien emprende. Teniendo en mente el objetivo de triunfar.
El éxito, tanto del negocio como personal, se define en función de los logros alcanzados, y para esto es necesario establecer criterios claros a raíz de los objetivos que se plantean. De manera que se puedan medir los resultados.
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