RIESGO FINANCIERO
La gestión efectiva del riesgo reduce el impacto de los imprevistos que se presentan. En donde juega un papel determinante la planificación y contigencia.
¿Qué es el riesgo financiero?
El riesgo financiero como tal es la probabilidad de que un evento sea adverso a lo planificado. En otras palabras, cuando las cosas no salen como se supone que debían pasar. Esto no es algo inusual en la gestión de recursos ya que, en distintos niveles, todas las personas manejan algún tipo de riesgo. Y de manera ampliada, el riesgo se extiende no solo a lo financiero sino, a todas las áreas que implican la toma de decisiones.
Sin embargo, de todos los riesgos que se asumen, el riesgo financiero ocupa uno de los lugares preponderantes ante su incidencia e influencia dentro de la vida cotidiana. Tomando en consideración que las probabilidades de que un matrimonio termine en divorcio a razón de temas de financieros es de aproximadamente un 45 %[1], revelando así lo importante de tener una buena gestión de riesgo financiero tanto individual y comunal.
Por lo que para tener una buena gestión de riesgo en las finanzas es necesario definir rangos de tolerancia. Que son los puntos de inflexión en donde la persona estima sus límites. En otras palabras, determina hasta cuánto puede hacer tal o cual cosa, en términos financieros.
A todo esto, el riesgo financiero se traduce, de manera más específica, a la incapacidad de solventar los compromisos u obligaciones; es decir, en la falta de liquidez. Por lo que se hace necesario crear estrategias que sirvan como base para lograr enfrentar de manera más efectiva dicha situación.
Estrategias para abordar el riesgo financiero
Para esto, proponemos tres estrategias puntuales para abordar el riesgo financiero. En primer lugar es necesario conocer el perfil de consumo. Esto se logra elaborando una ruta del dinero, en donde se vea el comportamiento de gasto y se identifiquen cuáles son los puntos críticos en los cuales se presenta un mayor grado de insolvencia.
En segundo lugar se sugiere la creación de fondos de contingencia; ante la realidad de que el riesgo financiero se vincula de manera directa con la insolvencia, la forma idónea para enfrentarlo es teniendo liquidez.
Los fondos de contingencia son recursos enfocados a responder de forma puntual a situaciones previstas pero inesperadas. Es por esto que es tan necesario identificar cuál es la ruta del dinero y cuáles los puntos de inflexión o rangos de tolerancia, de manera que se elabore cada alternativa de liquidez en función de ellos, y así reducir cualquier situación adversa a raíz del riesgo financiero.
Por último, el riesgo financiero se gestiona de manera más efectiva sobre la base de decisiones planificadas. La improvisación y la impulsividad son de las causas principales que dan paso a una mayor presencia del riesgo financiero, porque no se ajustan a la prioridad sino a la emoción.
El riesgo financiero es una realidad latente que está presente en los diferentes ámbitos de vida. Por lo que es determinante prestarle la atención necesaria involucrando los aspectos de análisis de la gestión del dinero, la creación de fondos de contingencia y la toma de decisiones basadas en la planificación.
[1] Sullivan, Alina «Finances remain leading cause of divorce» Examiner (29 de Mayo 2013) Consultado 21-7-2014
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