ENTENDIENDO LOS PLAZOS FIJOS
Los plazos fijos representan una alternativa de las inversiones. Estos te permiten acceder de manera fácil y rápida a beneficios sin mayores complicaciones.
Dentro de las opciones disponibles en el mercado de las inversiones están los plazos fijos. Estos permiten a las personas acceder, de manera fácil y rápida, a generar beneficios financieros. Sin embargo, no todos lo entienden. En Finanzas & Proyectos te explico su funcionamiento y la manera en que los puedes incorporar en tu gestión financiera personal.
¿Qué son los plazos fijos?
Es una operación por la cual una entidad financiera, a cambio del mantenimiento de ciertos recursos monetarios inmovilizados en un período determinado, reporta una rentabilidad económica fija o variable, en forma de dinero o en especie[1]
Esta definición, en español, quiere decir que es un producto ofertado por las instituciones financieras, especialmente por los bancos, en donde una persona puede invertir en el negocio del banco, que en este acaso es la comercialización del dinero en préstamos a sus clientes, durante un tiempo determinado, y con una expectativa de rentabilidad fija o variable.
Por lo que la fuente primaria para acceder a ellos son los propios depósitos bancarios, los cuales reflejan la capacidad individual a generar excedentes dentro de su gestión financiera personal. Lo que se traduce en que los plazos fijos representan la cúspide, en términos de ahorros, para quien está en el sistema bancario.
Tipos de plazos fijos
Tomando lo anterior en consideración, existen dos grandes grupos en los que se clasifican los plazos fijos. Capitalizables y crédito a cuenta. Los cuales tienen diferentes funciones y aplicaciones en las finanzas personales.
Es importante resaltar esto, ya que uno no es mejor que el otro, sino que cada uno se centra en un objetivo y propósito en particular, respondiendo a la realidad de cada persona que las aperturas en las instituciones financieras o bancos.
Por lo tanto, en la medida en que conozcas su funcionamiento y la manera en que te pueden beneficiar, entonces tendrás un mejor desempeño en el manejo de tu dinero; elaborando una estrategia de inversión que se ajuste a tu realidad financiera personal.
Capitalizable
Los plazos fijos capitalizables son aquellos que reinvierten los beneficios generados a través del tiempo, incorporándolos al capital inicial. En otras palabras, si por ejemplo inviertes $100 y le ganas a eso $2, en vez de tomar esa ganancia y guardarla por ahí, lo que se hace es que adicionan a los $100 y ahora tienes $102 que sirven como base para el nuevo cálculo de beneficios.
Esto último quiere decir que ya no es en base a $100 que vas a ganar dinero, sino en función de $102. Y esto se va incrementando en la medida que pasa el tiempo, de manera que la nueva ganancia, digamos $2.5 se adiciona a los $102, convirtiéndose en $104.5; repitiéndose el ciclo una y otra vez mientras el plazo fijo se mantenga.
Lo que representa un beneficio mayor en el largo plazo, porque la base sobre la cual se calcula el beneficio se incrementa en la medida en que el ciclo se repite, en otras palabras, cada vez que ganas dinero, tienes una mayor tasa de retorno en tu inversión
Función y propósito
En esencia este tipo de inversiones está enfocada a incrementar el dinero; a la acumulación y generación de riquezas. Para que se entienda mejor. Las inversiones capitalizables de plazos fijos tienen como fin el largo plazo. Por lo tanto debes pensarla, en caso de que las lleves a cabo, y que sean efectivas para ti, en un período mayor a los tres años.
Crédito a cuenta
Del otro lado de la baranda están los plazos fijos con crédito a cuenta, los cuales, opuestos a los capitalizables, transfieren los beneficios a una cuenta que tú elijas. En este tipo de instrumentos, la lógica es que cada vez que se genera alguna utilidad, entonces se deposita en tu cuenta.
Para verlo más práctico, si utilizamos el mismo monto de los $100 y recibes $2, entonces, de manera constante vas a estar recibiendo $2 cada vez que se cumpla un ciclo de rentabilidad. Y quizás sea bueno que sepas qué es un ciclo o qué tiempo comprende.
En el caso de los plazos fijos, los ciclos son, por lo general, un período de 30 días, en donde el banco se supone que maneja ese dinero comercializándolo en el mercado y de los beneficios que recibe te acredita el valor estipulado en la tasa que acordaste, sobre la base del capital que invertiste.
Función y propósito
El plazo fijo con crédito a cuenta está centrado en la liquidez. Busca dar estabilidad al flujo de efectivo personal, en otras palabras, es el apoyo para el día a día de las personas. Para que esto sea rentable para ti, tienes que tener sumas importantes de dinero invertidas, ya que por lo general son bajas tasas de interés las que se ofrecen.
Es usual que este tipo de inversiones las lleven a cabo personas en edades avanzadas (55 a 67 años) que buscan estabilidad y seguridad, a razón de que deben manejar niveles de riesgo conservadores, en donde haya poca o ninguna variabilidad en el flujo de ingresos que perciben.
¿Cómo incorporarlos a la gestión financiera personal?
Más o menos ya expliqué cuál es el propósito de cada uno de estos plazos fijos, y la lógica de utilizarlos; sin embargo, es posible que quieras una respuesta más directa a cuál elegir, o de manera más tangible, cómo incorporarlos a la gestión financiera personal. En ese sentido, todo va a depender de qué quieres hacer tu dinero.
Si lo que estás buscando es amasar “fortuna” o incrementar tus arcas, y no tienes prisa de hacerlo, entonces el depósito a plazo fijo capitalizable es tu mejor opción. Toma en cuenta que esto es para períodos largos, en donde técnicamente te olvidas de que ese dinero existe y lo dejas correr.
Mientras que si tu aspiración es más hacia la estabilidad financiera, a tener un flujo de dinero constante, sin la intención marcada de acumular, entonces el efectivo a cuenta es tu alternativa ideal. Para esto, la prerrogativa es que tengas una buena cantidad de dinero disponible para que entonces la renta que recibas satisfaga tus expectativas.
Conclusión
Los plazos fijos representan una alternativa dentro del contexto de las inversiones. Estos te permiten acceder de manera fácil y rápida a beneficios que no requieren de mucho papeleo o complicaciones. Todo se resume a algunos minutos que tomes para ir a tu banco de preferencia y aperturar uno de estos instrumentos.
Dentro de esta realidad, tienes dos opciones, plazo fijo capitalizable y plazo fijo con crédito a cuenta, los cuales se enfocan en dos realidades completamente distintas y con objetivos de gestión financiera particulares. Uno (capitalizable) busca acumular riqueza, mientras que el otro (crédito a cuenta) se enfoca en la estabilidad del ingreso dentro del flujo de efectivo.
En ese sentido, si esta entrada sobre plazos fijos te ha sido de utilidad, y entiendes que puede hacer lo mismo con personas que conozcas, por favor comenta y compártela. Puedes hacerlo vía el formulario interactivo de más abajo o bien a través de tu correo electrónico y redes sociales. Y si te interesa profundizar en el tema de las inversiones, adquiere el libro Guía para invertir escrito por Robert Kiyosaki haciendo clic en la imagen más abajo.
[1] Defnición depósito a plazo fijo consultado 08/27/17
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